Cerezos a cambio de besos [Misión rango d]

por **Arcueid Crimson** Miér Oct 28, 2015 12:38 am

Misión:

Tuve que leer al menos unas doce veces la misión antes de sacar a relucir mi humilde opinión respecto a su contenido. El encargado de distribuir y aceptar las misiones comenzó a desesperarse debido a mi indecisión. Bueno, ¿y qué esperaba? Era difícil de tragar una noticia tan deplorable como ésta así como así. Si un grupo de mujeres aceptaba objetos tan valiosos como esos la gente seguiría robándolos con tal de satisfacer a sus bolsillos. Me recordaba a las mujeres que compraban piel de animales para usarlos como abrigos. Devastador mundo en el que vivimos. –La tomo–dije finalmente entregándole la hoja al encargado para que pudiera sellarlo y así comenzar en definitiva la misión. A este pareció agradarle bastante que finalmente accediera después de tanto tiempo de estar esperando mi decisión.

Una vez firmada y sellada la hoja, me fui directo al departamento para buscar la ropa necesaria que utilizaría durante el viaje además de llevarme el mazo de Spike para que pudiera ayudarme. Solo espero que no me cobren por kilos el equipaje porque si no estaría en definitiva quebrada hasta los huesos. También aprovecharía el viaje hasta el lugar en planear una táctica que me facilitara el encuentro con dichas personas. Los del transporte me dijeron que no era necesario el viaje en tren, que incluso podría irme en carreta si lo deseaba; pero al pensar en los pobres animales que tendrían que cargar con el mazo de mi mascota se me entristecía el corazón. Pero de ser necesario y ya que quedaba bastante cerca, me ayudaría en mi economía al no gastar tanto dinero en transporte. Total, era solo un pequeño mazo.

– ¿Está seguro de no ser mucha molestia? –fue la tercera vez que preguntaba al chofer sobre el mazo. El solo avanzaba sin ninguna molestia, pero la verdad a mi me preocupaba más los animales que él. Muy a pesar de su tamaño, las bestias no parecían muy contentas con el sobre peso que había a sus espaldas y que además debían llevar hasta unos cuantos kilómetros. –No es ninguna molestia, señorita, hemos cargado cosas de mayor volumen en viajes mucho más largos–bueno eso lo explicaba todo, el sujeto no le tenía mucho afecto a sus mascotas. La próxima vez me iré volando. La vista del paisaje hizo que me olvidara un poco del coraje que le llegué a tomar al chofer; era deleitable a cualquier vista. Una nueva palabra que aprendí en los libros de mi escritora favorita. La zona estaba limpia, no tenía una sola pizca de contaminación y las personas a su alrededor lucían felices mientras fertilizaban la tierra. Debía ser muy bonito vivir en el campo.

Después de media hora de viaje. Finalmente llegué a la zona donde habían solicitado de mi ayuda. Las personas encargadas me atendieron de manera amable e incluso me dieron un cuarto cerca del lugar de los hechos para facilitarme el trabajo de investigación. Un cuarto, bastante curioso a decir verdad. Había cuadros y cuadros de cerezos en todo tipo de estaciones, colores, técnicas hasta proporciones inimaginables. Estas personas si que amaban aquellos árboles. Coloqué el mazo en una de las esquinas y me cambie de ropa a uno más de campo para salir a investigar. Solo unos shorts, sandalias y la playera azul con figuras de nubes que tanto me gustaba. Slash dice que es la playera más infantil que haya visto en su vida. Ni que la fuera a usar él. –Bien, Spike–le dije mientras lo tomaba por el caparazón y lo colocaba sobre mi cabeza, –hora de comenzar con el trabajo. Espero y no seas alérgico a los árboles–un solo gruñido me basto para continuar con mi tarea.

por **Arcueid Crimson** Miér Oct 28, 2015 1:10 am

Como amante de la jardinería y todo lo relacionado a la naturaleza debo decir…que esto ponía melancólico a cualquiera. Los cerezos a los cuales les habían robado los botones se rehusaban a darle vida a nuevos frutos por lo que había pasado. Parecía un cementerio. Ninguno de ellos accedía a continuar con su vida, se habían rendid…así de simple. Había traído mi kit de jardinería para intentar ayudar aunque fuese con la tierra para ver si con esto se animaban a continuar floreciendo, pero viendo el lamentable estado en el que se encontraban no tenía mucho caso que digamos. La única forma de devolverles a la vida era encontrando a esos maleantes sí o sí, de manera rápida antes de que éstas perdieran esperanzas en la humanidad.

Estuve de la mañana hasta el ocaso observando cada uno de los cerezos con mucho detalle buscando alguna pista que me llevase hasta a ellos. Pero estaban intactos. Esto no era obra de un simple novato que deseaba obtener dinero de manera fácil, claro que no. Un profesional estaba metido en todo esto. Rocé con mi palma derecha el tronco de uno de los árboles soltando un pequeño suspiro que salía de entre mis labios y que a duras penas se escuchaba– ¿Quién les hizo esto? Ojalá pudieran hablar–moví mi mano de arriaba hacia abajo para intentar calmar la ira que seguramente se encontraría dentro de el. Yo también estaría furiosa si alguien me quitara algo que con mucho trabajo llegué a desarrollar. – ¡Hey! ¡Auch! ¡Ya abasta! –le grité a la tortuga que ahora se encontraba mordiéndome los cabellos de manera salvaje.

Tuve que quitarlo de mi cabeza. Sus mordiscos iban a causarme alguna molestia al dormir si no lo hacía. – ¿Qué te pasa? Sabes que puedes controlar tu transformación, pequeño imbécil–entonces me mordió uno de los dedos. No se como lo logró, solo se que por culpa de ese ataque tan molesto tuve que soltarlo de golpe haciendo que cayera al suelo de manera brusca. En verdad espero que no se haya lastimado por su estupidez. Antes de que pudiera agacharme para saber de su estado, el pequeño comenzó a caminar en dirección opuesta a los arboles llegando entonces hasta un punto y giró su cabeza en dirección mía para seguirle. Obedecí, que otra opción tenía. Agaché mi cuerpo para saber su tan repentino arranque de mordeduras. Aunque tuvo su justificación después de todo. Escondido entre las hojas del pasto, Spike y su olfato perfecto, encontraron un pequeño dije con un escudo que no me parecía nada familiar. Ahora estaba más confundida que antes.

Tendría que continuar mi investigación dentro de la casa, pues tuve que regresar al escuchar los gritos con mi nombre de las personas que me habían dado alojo incluyendo además que la cena ya estaba servida. El que parecía más contento era el pequeño Spike.

por **Arcueid Crimson** Miér Oct 28, 2015 2:03 am

–Entonces, ¿no recuerdan la familia del escudo? –el dueño de la casa negó con la cabeza ante mi pregunta. Había intentado recordar durante toda la cena de donde provenía aquel símbolo que personificaba autoridad pero que a la vez era difícil de recordar. Ni siquiera la cocinera, que toda la noche estuvo hablando de sus tareas y que además era conocida por la mitad del pueblo, recordaba de su origen. –Deberías ir mañana con el relojero, que esta cerca de aquí. El conoce todo tipo de escudos debido a su trabajo–dijo de golpe la cocinera mientras le servía otro plato de ensalada al glotón de Spike. A ella parecía gustarle que la gente apreciara de su comida. Le di las gracias a ambas personas por su hospitalidad y la cena, y pedí permiso de llevarme la ensalada a mi habitación para que continuara cenando mi mascota mientras intentaba despejarme la mente. En cuanto llegamos a la habitación. El cuerpo frondoso de Slash comenzó a brotar de la oscuridad tomando finalmente su forma original y tomó el plato de ensalada de un solo arranque. –Se que cocino mal. Pero no tienes porque restregármelo en la cara–recriminé con ambas manos sobre mis caderas esperando alguna respuesta que me ayudase a subirme el ego–Tengo que aprovechar. Al termino de la misión, tendré que volver a probar el veneno que sirves en tu comida–si que sabía usar las palabras con las personas. Ahora entiendo porque no le gusta hablar con ellas.

Mientras la tortuga de dos metros cenaba vorazmente en una de las esquinas, yo me limité a colocarme la pijama y recostarme sobre la cama sin la necesidad de entrar en las sabanas. Solo crucé ambos brazos sobre la nuca observando con detenimiento el techo que también estaba decorado con cerezos. Por más que contaba todos los pétalos que caían del árbol, no podía conciliar el tan esperado sueño de la noche. Terminé por fastidiarme. Entonces giré boca abajo colocando una almohada sobre mi cuello para observar detenidamente el pequeño dije que hasta ahora nadie sabía de el. Tendré que esperar hasta mañana para llegar con el relojero del que había hablado la cocinera.

–Arcueid, guarda silencio–que yo recuerde estuve muy callada incluso antes de su orden. Hizo una pequeña señal con sus manos para acercarme hasta su posición en cuclillas y observar el oscuro paisaje del otro lado de la ventana. Lo único que mis ojos alcanzaban a presenciar eran las siluetas de los cerezos ocasionados por el brillo de la luna. –No veo nada–el dedo índice de sus patas cubrió entonces mis labios. Lo único que alcance a percibir de su boca fue un leve siseo de “Paciencia” para mantenerme inmóvil. Y lo hice, cosa que es muy difícil para mí. No pasaron ni 3 minutos antes de escuchar el movimiento repentino de los arboles además de los ruidosos cuchicheos a lo lejos. Antes de intentar observar mejor de donde provenían los ruidos, Slash soltó un gruñido que únicamente yo pude escuchar llegándome asustar aunque fuese un poco. Era muy extraño verlo tan tenso hacia algo que yo no podía divisar. Entonces señaló en dirección a uno de los árboles e intente enfocar mejor mi vista logrando ver finalmente lo que tanto le tenía preocupado. Era la silueta de una persona buscando algo entre los suelos. Entonces me deslicé por la ventana dando un salto del segundo piso hasta el primero y, en cuanto toque el suelo, corrí hasta la posición exacta donde se encontraba la silueta tratando de recordar cual de mis transformaciones podría serme útil.

– ¡Oye tú! ¡No te muevas! –decidí no utilizar ninguna. Si lo hacía, lo más probable que haría sería causar un evento desastroso alrededor y se supone que había venido hasta aquí para evitar esto. Tuve que usar mis propias manos desnudas para no utilizar la fuerza bruta en ésta ocasión. Pero al intentar acercarme hasta la persona, un piquete de algún animal comenzó a dormir la pierna derecha donde había sentido el asalto. ¡Maldición!

Caí al suelo intentando arrastrarme con mis brazos aún movibles pero un segundo piquete invadió mi hombro derecho y lo último que alcance a divisar fueron dos siluetas más llevándose a la primera en un transporte similar al que yo había llegado.

por **Arcueid Crimson** Jue Oct 29, 2015 12:37 am

Después de leer muchos libros sobre gente despertando en lugares desconocidos luego de quedar inconscientes por un buen rato, supe exactamente como comportarme a pesar de nunca imaginarme que me sucedería a mí– ¿Anotaron las placas…? –no fueron exactamente las palabras que utilizaban los personajes de las novelas, pero fue lo primero que se me vino a la mente luego de ver una carreta huir a gran velocidad con uno de mis testigos. Ahora me encontraba en la habitación, recostada sobre la cama en la que anteriormente me encontraba y el dueño de la casa junto a una persona totalmente desconocida para mí. Intenté levantarme pero un punzante dolor sobre mis piernas y hombros impidieron que continuara con mi paso obligando a recostarme nuevamente en la cama. El sujeto que estaba junto al dueño se preocupo bastante–Te recomiendo tomar reposo hasta que el antídoto surta su efecto–por la manera en la que hablaba y el ademán que realizaba, podría jurar que este sujeto era un doctor. Pero, ¿para que un doctor? Si mal no recuerdo solo me tranquilizaron. Parecía que mi rostro se mostraba lo suficientemente confuso como para darle a entender al doctor que no había entendido del porque me habían injertado un antídoto. –Verás, fuiste envenenada la pasada noche, jovencita. Llevas dos días dormida–.

– ¿¡DOS DÍAS!? –tenía que ser la joda más grande que me hayan hecho. Me había quedado dormida durante una misión en ¡DOS PUTOS DÍAS! Seguramente no me pagarían después de esto. –No espantes a la señorita, Louis, solo durmió toda la noche. Discúlpalo Arcueid, pero a éste doctor le gusta molestar a sus pacientes–si no fuese porque el doctor parecía ser amigo de mi patrón, lo mataría ahora mismo frente a sus propios ojos. Al parecer, como me habían explicado ambos caballeros, los piquetes que había sentido la noche anterior fueron dardos tranquilizantes capaces de dormir en cuestión de segundos a los humanos, pero como yo no soy humana, tuvieron que utilizar dos de ellos haciendo que las zonas afectas me causaran un dolor insoportable al día siguiente. Para mi suerte, el antídoto aumentaba sus posibilidades de curación en los magos. Solo debía esperar un par de horas antes de volver a las andadas.

La puerta de la habitación se abrió de golpe dejando entrar a la cocinera con un plato de sopa caliente y Spike sobre su hombro. Supe que estaba caliente por los hilos de vapor que salían de éste. –Alguien ha venido a visitarte–la señora amablemente colocó a mi pequeña tortuga sobre una de las almohadas que estaban junto a mi y sentí su pequeña cabecita estrecharse contra mi mejilla acompañada de unos gruñidos de felicidad. Estaba bastante contento de verme sana y salva. Las personas decidieron marcharse dándonos a Spike y a mí el espacio suficiente para relajarnos aprovechando la soledad para meditar un rato sobre la noche anterior. Algo que me dejó bastante consternada sobre todo esto, es el hecho de que nadie recuerde un símbolo que da la impresión de ser importante aunque fuese en un lugar tan pequeño como éste. Cual sea la razón de su olvido aparentemente la persona de anoche estuvo en su búsqueda tras haberse dando cuenta del erro que había cometido de dejar una pista cerca de la escena del crimen. Y antes de intentar recordar su rostro, debía ir con la persona que me diera la información. Pero necesitaba cambiar de apariencia, seguramente las personas memorizaron mi rostro después del alboroto que cause durante la noche, nadie olvida un testigo y mucho menos si debes tranquilizarlo dos veces para librarte de el.

–Venga Spike, tendré que usar a Danuki en éste caso–el efecto ya había surgido finalmente en mi cuerpo. Ahora solo era cuestión de acostumbrarme nuevamente a mis piernas para vestirme y dirigirme hacia la zona mercantil del pueblo.

Una vez allí, busque la apariencia de alguna persona que no estuviese tan cerca de la tienda de relojes si no quería asustar a las personas al ver dos personas exactas en la misma zona. Di en el blanco con una castaña de cabellera larga sujeta a una coleta y vestido carmín. Ahora lo único que necesitaba hacer era memorizar su apariencia o mejor aún, tomar alguna muestra de su persona para facilitarme la transformación. No podía enviar a Spike, tardaría horas en ir y regresar con la muestra en su boca; lo único que me quedaba por hacer era conseguirla yo misma. Fue bastante sencillo, me acerqué con el pretexto de estar observando lo mismo que ella (frutas) y de inmediato tomé uno de sus cabellos para luego salir corriendo hasta el callejón que quedaba frente a la tienda de relojes. –Muy bien, es tu turno Danuki–mi cuerpo comenzó a tomar la forma de Gyoubu Danuki a la vez que recopilaba la información del ADN en el cabello recitando el poder mágico que me ayudaría a tomar perfectamente su apariencia pero con la ropa que traigo puesta–Copy….paste…–susurré para mí tomando finalmente la forma que me ayudaría a ingresar a cualquier lugar sin ser molestada o interrumpida por alguno de los maleantes.

– ¡Buenas días, señor! –grité al ingresar a la tienda saludando a la persona encargada del lugar. El señor parecía conocerme, pues me regresó el saludo de la misma forma amable que hacen todos las personas con sus familiares o amigos–Aria, seas bienvenida. ¿En qué puedo servirte? ¿Otra vez se te descompuso tu reloj de bolsillo? –simplemente me sonrió y colocó ambos brazos sobre el estante de la caja registradora. Me acerqué hasta él buscando con el rabillo de los ojos si alguna persona estuviese de testigo–No, hoy vengo a buscar información confidencial–saqué de mis bolsillos el dije que había encontrado y se lo entregué teniendo las esperanzas de que él si me dijera algo sobre el asunto. –Cielos Aria, esto es muy valioso, ¿dónde lo has encontrado? ¿No lo habrás robado, cierto? –negué con la cabeza. Seguramente esa Aria no tenía tan buena fama como pintaba su rostro–Lo encontré. Quisiera saber sobre el escudo que tiene sobre el. ¿Podrías decirme a qué familia pertenece?

No sabía como tomar la actitud del señor. Su semblante ahora estaba bastante serio. Sacó un libro viejo de la parte trasera del local y comenzó a buscar el escudo del dije. Tengo que comprar ese libro. No tardó mucho en encontrarlo–La familia Nitch. Según la información, se mudó aquí hace un par de años pero…no recuerdo nada de esa familia. Ni siquiera recuerdo haber escuchado alguna vez del apellido–devolvió el dije sobre mis manos y nuevamente cambió su semblante ahora a uno mucho más confuso. Y no lo culpo, una familia que según esto había vivido aquí por muchos años y que nadie recuerda nada sobre ellos. A mi no me parece nada de esto. –Bueno, ¿y porqué es tan importante la familia como para tener su propio escudo? –el señor leyó nuevamente su libro tratando de buscar algún dato curioso que viniese en la información de la familia. –Aquí dice que su especialidad eran las hierbas, por eso su escudo tiene un Laurel a su alrededor. Es todo lo que viene al respecto–noté que en sus ojos quería preguntarme del porque sobre mi curiosidad con una familia que nadie recordaba, pero me evite esa pregunta agradeciendo las molestias y saliendo de ahí lo más pronto posible. Regresé hasta el callejón donde había dejado a Spike tomando nuevamente mi apariencia normal y regresar a la casa.

por **Arcueid Crimson** Jue Oct 29, 2015 2:19 am

–Es el peor plan que he escuchado hasta ahora–una vez más, los halagos que provocaban las palabras de Slash en mí lograban aumentar el ego dentro mi persona. – ¿Tienes algún mejor plan, señor yo soy el mejor ideando planes? –crucé ambos brazos que hasta ahora no dejaban de estirar ambas piernas para calentarlas. Estábamos en la habitación ideando algún plan para detener a las personas y averiguar de paso sobre el dije encontrado, mientras yo daba mis ejercicios de estiramiento, Slash solo se limitaba a observar la oscuridad del paisaje vigilando si alguna otra silueta intentaba acercarse como la vez pasada. Estuvimos toda la tarde tratando de idear el mejor de los planes llegando a la conclusión de que la mía, era la menos terrible. Pero como siempre, la tortuga ponía peros a todo. –Ya te arriesgaste a ser envenenada una vez, no permitiré que vuelva a suceder–bueno a decir verdad, tenía que darle la razón en esto. Confesó que había estado tan preocupado de mi estado que permaneció por toda la noche sobre la azotea de la casa hasta el amanecer intentando recapacitar todo lo que había sucedido echándose la completa culpa por lo sucedido. Eso causa ternura a cualquiera. –No tenemos más opción, es eso o la misión se da por fracasada–me incliné en la esquina de la cama en cuatro patas y le di la mejor de mis miradas de convencimiento para que me ayudara–Porfi, porfi–le rogué una vez más antes de que siguiera con su guardia. –Está bien…pero si lo hechas a perder, olvídate de comer más helado en la madrugada–y con eso señoras y señores, se dio por finalizada la escolta.

Una de las ventajas de Danuki, era el poder utilizar la apariencia de las personas que ya tenía registrado en su poder. Es por eso que mientras más ADN le entregas, mayores posibilidades de transformarte había. Con la apariencia de la tal Aria y un nuevo cambio de ropa además del cesto que le había solicitado a la cocinera, salí de la casa buscando en el pueblo algún vendedor deambulate que quisiera venderme los botones de algún cerezo como adornos para el “vestido que estaba creando”. Se escuchaba muy absurdo desde el punto de vista de otro, pero para mí funcionaba bastante bien este plan, pues no pasaron ni diez minutos cuando un encapuchado se me acercó teniendo las intenciones de venderme algo–Una hermosa dama como usted no debería estar a estas horas por la calle–solo me limité a continuar con mi camino actuando indignamente como me lo había enseñado Slash–Es una bella noche estrellada y no le temo al pueblo donde crecí desde niña.

–Sin embargo, veo que llevas una canasta vacía, no estarás buscando algún objeto que sea de tu agrado, ¿verdad? –continué caminando en línea recta sin siquiera mirar el interior de la capucha de la persona que insistía en seguirme–Busco ornamentos para un nuevo vestido que intento crear, pero todo es tan repetitivo y aburrido–una mano sujeto de repente mi brazo. Desde las profundidades de la oscuridad en su capucha, observé una sonrisa salir desde ella logrando causar un extraño sentimiento de excitación y escalofríos en mi pecho–Puedo ayudarle con eso, tengo los mejores botones de cerezo que cualquier dama estaría dispuesta a tener– ¡Bingo! Había dado en el blanco. Justo…en el blanco. Seguí a la persona hasta llevarme a uno de los lugares menos esperados que una persona pensaría que se venden cosas ilegales dentro de el, la única juguetería del lugar.

Quién iba a imaginar que los desgraciados ocultaban la mercancía dentro de los juguetes y se los entregaban a las compradoras para así mantenerlas contentas a ellas…alejadas de las autoridades. Entramos por la parte trasera del local llegando hasta la zona donde las personas ocultaban los botones dentro de los juguetes, había tres personas incluyendo al que me había llevado hasta allí. – ¡Bienvenida! Siéntate por favor, me alegra que por fin accedieras a entrarle a nuestro negocio, Aria–algo no estaba bien, lo que me dijeron me había quedado en claro que la tal Aria se topo con estas personas anteriormente pero decidió rechazar su propuesta como el resto de las personas normales que harían eso. Me comenzaba a caer bien una desconocida al cual le había robado su apariencia. –Terminé…en darme cuenta de mis necesidades–fingí un sonrojo logrando causarle una sonrisa al que indicaba ser el dueño del lugar e hizo un ademan con la mano para sentarme en la silla que estaba frente a él.

–Como sabrás, lo único que solicitamos en esta empresa es la total y completa discreción de nuestros clientes. Además de una suma de dinero, claro esta–asentí esperando a que continuara con su argumento de bla, bla, bla, soy un hombre de negocios–Solo debes firmar estos papeles y entregar el dinero solicitado–frente a mí una hoja se posaba entre nosotros mostrando una suma de dinero con demasiados ceros. Eso hacía que cualquiera quisiera entrar en el negocio de lo ilegal. Lo pensé, no una si no dos veces, antes de comenzar a leer el asunto–Mmm interesante, y díganme, ¿es común que los Nitch deban organizar este tipo de eventos?

Algo había salido mal en esa oración. Al muy mal había salido mal en esa oración. Porque un pequeño dardo cruzó frente a mis ojos y se incrustó en mi brazo izquierdo. Mi cuerpo cayó al suelo consiente de lo que sucedía alrededor.

por **Arcueid Crimson** Jue Oct 29, 2015 4:13 am

Los villanos deberían tener en cuenta que sus guaridas debían ser limpiadas. Los rehenes se enfermarían de tan desagradable lugar y no podrían torturarlos placenteramente. Este lugar de verdad que era horrible. Me habían colocado en un colchón de dudosa procedencia y de sabe cuantos años sin lavar mientras planeaban que hacer conmigo, y claro no fallaba, decirme que no debía meterme en cosas indebidas, bla, bla, bla, charla de villanos. Si que eran aburridos–Tu primer error fue ir a la relojería con el dije, debiste ir mejor a la policía…–esto paso por largas horas. Me habían dicho todo, absolutamente todo. De cómo robaron los cerezos en las noches, de cómo compraron la tienda de juguetes una vez quebrada la tienda de botánica de su familia, e incluso de cómo envenenaron a todo el pueblo para hacerles olvidar de su familia. Eran expertos y genios con las plantas, pero unos idiotas a la hora de revelar todos sus secretos.

Solo necesitaba de un minúsculo detalle para dar la señal. Algo por lo que he estado trabajando estos últimos días para dar por finalizada la misión. Pero por más que esperaba, parecía ser que no daba señales del asunto. De entre todo lo que parloteaba, espere a que dijera algo nuevamente sobre la mercancía y entonces gruñí a mis adentros mostrando incomodidad y odio hacia la persona que no dejaba de hablar– ¿La princesa está molesta? Ahora, imagina lo que podríamos lograr si nos esparciéramos. Este pueblo es el inicio. El señor Yamaki nos abrió las puertas para ir hasta otros lugares donde crecen los cerezos.

No me sonaba el nombre, pero finalmente habían dicho lo que tanto esperaba. Y después de que continuara con sus planes malévolos, solté una sonrisa, no más bien, una carcajada y me fui levantando poco a poco del asqueroso colchón–Hablas mucho. Demasiado. Te agradezco por ser el idiota más grande de todos–comencé a tronar los nudillos de ambas manos, el cuello y el resto de mi cuerpo mientras observaba el rostro sorprendido de los presentes. Los dos que estaban sin hacer nada, tomaron un bat de juguete que estaba en las esquinas y la alzaron para tomar vuelo esperando a impactarlos frente a mi persona. – ¿Cómo…? –soltó de repente la persona que anteriormente había hablado, –pero si…te envenenamos–sonreí. Por supuesto que me había envenenado. Lo que no sabían, era que traía el antídoto conmigo justo en el lugar donde nadie buscaría armas, en mi cabello, tiene la dicha que esa tal Aria tuviese el cabello largo. Deshice mi magia volviendo a ser como yo y les mostré la jeringa con el antídoto en su interior–Esto, señores, se le llama aguja, pero no creo que unos simples botánicos sepan de eso–con mi mano libre simplemente les mostré un puño perfectamente preparado, –y esto, se le llaman los cinco vengadores, y están deseosos de poder conocer sus caras.

Fácil, sencillo y rápido. Creí que las personas encargadas en todo este asunto serían magos ilegales, pero eran simples humanos. Me interesaba más el nombre que el dueño mencionó después de soltarme todo su plan. Esa persona era alguien mucho mas allá que una simple misión como esta. Quizás en un futuro, pueda encargarme de ella. Por ahora tendré que encargarme de sus peones. Poco a poco iré investigando acerca de esta persona que ha estado ocasionando conmoción en el mundo. Lo se, porque también era el encargado de traficar mujeres la vez que fui secuestrada. Su nombre venía dentro de los papeles que había dentro del barco, no fue muy buena idea dejar tantas cosas expuestas en una escena del crimen.

Luego de que las autoridades se llevaran a los maleantes, la juguetería fue cerrada, los botones que habían dentro de ellos fueron entregados a mi patrón además de sembrarlos para darles nuevamente vida a los hermosos arboles que adornaban el paisaje. Lo único que restaba por hacer, era el mencionar sobre la familia–Resulta ser que el dueño quebró por culpa de una compañía mayor. Digamos que fue planeado, sabían que eran expertos en botánica y sabían que solo ellos tienen conocimiento sobre el funcionamiento de botones de cerezos–el oficial y sobre todo mi patrón se quedaron estupefactos ante lo que había dicho–El bocaza del líder lo soltó todo–y si que era un idiota. Ahora era cuestión de recibir mi paga y regresar a casa tratando de olvidar ese estúpido envenenamiento ocasionado 3 veces, tuve que pedir un litro de antídoto por si las dudas.

–Te dije que todo saldría bien–le decía al pequeño Spike que dormía sobre mi cabeza y que ahora nos encontrábamos de regreso en una de las carretas. Lastima que durante toda la misión, no utilizamos su mazo ni una sola vez.

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