El Oso Yogui [Misión]

Creo que tomaré otra misión – Decía el pelirrojo caminando hacia el tablón donde habían algunas personas del gremio eligiendo sus misiones del día, sería mejor apresurarse ya que podrían llevarse las mejores. Apresuro su paso para llegar a tiempo pero otro miembro del gremio se le cruzo justo en frente – ¡Yoh, Shiryu! – El pelirrojo intento evadirlo pero esté se le seguía poniendo en frente evitando que llegará al tablón – Veo que estas un poco obsesionado con las misiones, no dejas de hacerlas desde que la maestra Ooba te amenazo con girar. Me parece perfecto que hagas misiones ya que das buena imagen al gremio pero ¿no has pensado en descansar si quiera? – Escucha con atención, me dejaras en paz para que pueda ir a por una misión o de lo contrario me veré obligado a patearte el trasero de tal forma que olvidaras quien eres ¿Entiendes o lo explico de otra forma? – Comento con un tonó de voz intimidante, parecía un miembro de Fairy Tail por la forma en la que actuaba pero era así, tenía que tomar la mejor misión o nada.

Luego de deshacerse del sujeto tan molesto, logro alcanzar el tablón donde observo que nuevamente quedaba una sola misión. Gruñía mientras apretaba sus dientes, una misión de un maldito oso, eso le había quedado y no queda otra que hacerla, todo por culpa del simplón que lo había atrasado. Ya verá cuando vuelva de la misión, se le vendrá el infierno encima.

Acariciaba su cabello rojizo en el transcurso de su viaje ¿Por qué requerían de un mago para atrapar a un oso? Él no le veía el sentido de llamar a uno solo por eso, entre personas podrían organizarse y atraparlo, no sería fácil pero no gastarían dinero para algo que pueden hacer ellos mismos. Ya estaba en camino hacia la ciudad y espero que no lo hagan ir en vano o todo estará perdido para ellos.

Por la ventana del carruaje podía observar todo el bello paisaje, totalmente verde, un gran bosque sin dudas y pensar que en cualquier momento el hombre intervendrá en la zona y destruirá la hermosa vista. Negó con la cabeza y fijo su mirada hacia adelante, observaba el asiento enfrente de él, no estaría mal hacer una misión acompañado si la última vez que lo hizo no la pasó tan mal, le dieron una paliza pero eso pasa en casi todas las misiones que involucran otros magos o personas peligrosas, supongo que esos golpes lo ayudarán en la resistencia.

El carruaje frenó de repente haciendo que Shiryu saltara de su asiento – ¿Qué demonios? – Miró hacia su izquierda y notó que ya habían llegado, abrió la puerta y salió normalmente. El jinete hizo un sonido y el caballo comenzó su camino de nuevo, Shiryu debía dirigirse hacia una casa de dos pisos, donde se encontraba quien había solicitado la presencia del mago para ocuparse del oso.