Búscando diversión (Libre)

Camino por las calles de Magnolia, siempre atestadas de gente, igual que como las recuerdo de la ultima vez que estuve aqui, hace ya un lejano año, desde la caída de Fairy Tale, aquellos magos que se habían convertido en una familia para mi, que me acogieron y entendieron a pesa de mis extraños habitos y mi gusto por la sangre, me detengo un rato frente a lo que una vez fue la cuna misma de mi gremio, la misma gran sala donde tantas veces discutí, pelee, reí y bromee con los otros miembros del gremio, recuerdo tan vividamente a Natsu, a Lucy, a Gray, A Happy, a Mirajane... a todos y cada uno de mis compañeros y amigos, mi familia, todos ellos que me dieron un lugar en su vida y en el gremio a pesar de ser yo alguien tan diferente, me pregunto donde estaran todos ellos ahora mientras aprieto con fuerza los puños, luego, me doy la media vuelta, tantos recuerdos son abrumadores para mi:

-Nada de sentimentalismos Mormo- Digo para mi mismo en voz alta -no es momento para esto, recuerda que tu hiciste la promesa de encontrarlos cuando fuera nescesario, de que lucharias por que Fairy Tale resurja.

Si, esa es la promesa que hice, permanecer fiel a mi gremio, a mis amigos, a mis ideales... luchar con todo lo que a mi alcance estuviera para que mi familia volviese a estar unida, eso fue lo que jure el dia en que todo se derrumbó, y es el juramento que estoy mas que dispuesto a seguir a toda costa, cuesteme lo que me cueste, volveré a ver a Fairy Tale en sus días de gloria... un grito procedente de un callejón cercano atrae mi atenció, y corro hacia allí con mi largo abrigo ondeando detrás de mi,, al llegar, puedo ver con toda claridad a unhombre que armado con una daga  amenaza a una chica joven para quitarle el bolso, vaya, por fin algo de acción luego de semanas, tronandome los nudillos entro al callejón y le propino un buen golpe al asaltante mandándolo a unos 4 metros mas allá a estrellarse contra el fondo del callejón, luego miro a la chica:

-Sera mejor que salgas de aqui- le digo con una sonrisa como si acabara de hacer la cosa mas normal del mundo mientras me sacudo el polvo de las manos , puedo escuchar como la chica susurra un suave "gracias" mientras yo me dirijo por el ladrón -y en cuanto a ti sabandija- digo creando un látigo de sombras en mi mano y usándolo para atar y llevarme al ladrón -Veamos que dicen de ti las autoridades- acto seguido, lo arrastro conmigo fuera del callejón, el tipo no deja de gritarme que lo suelte y que ya vere cuando este libre, yo sin embargo, hago oídos sordos, y sigo caminando, cuando pasamos al lado de un café, sin quererlo, golpeo una de las mesas que estaban en el exterior, y hago que al cliente allí sentado se le derrame el cafe en el rostro del ladrón -ups, lo lamento mucho, no fue mi intención.

-Oh vaya... ahmmm bueno, supongo que si asi lo deseas no hay problema en que vengas- dije en voz alta encogiéndome de hombros mirando al tipo golpear al ladrón "Ay madre, la que acabo de liar" pienso, la verdad no esperaba que tuviera que llevar conmigo a nadie mas para este asunto, y no quiero hacerle perder su tiempo a nadie, bueno en fin, ¿que me queda? cargando al hombro a la sabandija aquella, Para que no tire ningún otro café, y extendiendo mi látigo ha su boca, para que de una vez deje de berrear camino hacia la comisaria, viendo algo extrañado a mi nuevo compañero en mi recorrido, quien carga dos espadas.

-Oye, en serio lamento lo de tu café, en cuanto pueda te juro que te lo pagare digo aún apenado Es que veras, tenia que llevar a este tipo a la comisaria, resulta que estaba asaltando a una chica en un callejón por alla, cerca de la casa de mi... cerca de lo que antes era Fairy Tale- prefiero no decir "La casa de mi gremio" la verdad es que, aún con todo, todavía me siento triste al recordar todo lo que pasé allí, y el hecho de que ya no estén solo sirve para deprimirme un poco, sin embargo, rápidamente paso del tema y me pongo a sonreír como si nada ¿Oye dime, eres de por aqui? ¿cuanto tiempo tienes viviendo o viniendo a Magnolia? siempre trato de ser cortes, ademas este chico se ve simpatico.

el ladron en mi hombro empieza a retorcerse como gusano en busca de safarse -¿Es que no te vas a estar quieto?- digo golpeandole la nuca con una de mis sombras para que se este quieto.

-Mormo Abkanis- dije señalándome a mi mismo con un dedo pulgar izquierdo y sonriendo, mientras me acomodaba la gigantesca hebilla del cinturón, que me llegaba a cubrir un buen trozo de abdomen, y subiéndome el hombro izquierdo del abrigo, que aparte de mis pantalones era la única prenda de vestir que llevaba, salvando las piezas de armadura que llevo, osea mis hombreras, los brazales, la misma hebilla del cinturón y las grebas, -Uno de los Leales a Fairy Tail si prefieres- digo con algo de melancolía, pensando en mi viejos amigos y todas las aventuras que había corrido con ellos en su día, siempre riendo, peleando, combatiendo codo a codo,  todos los miembros de Fairy Tail en una medida o en otra se había vuelto mi familia, y ahora sin ellos, por primera vez en mucho tiempo, me sentía solo, perdido, como si mi propósito hubiera dejado de estar claro, ahora simplemente tomaba cualquier misión, para adquirir gemas, antes tenia un objetivo, proteger a mi familia, proteger a Fairy Tail, ahora...

Bueno, mejor no pensar en ello, al escuchar su comentario me rió un poco -Veo entonces que Blue Pegasus siguen estando muy muy ocupado, pfff supongo que el trabajo aumenta con un gremio menos en Fiore no? digo a modo de broma para poder pasar de la situación con mi orgullo intacto, mientras el ladrón se sigue moviendo, me da un rodillazo en la mejilla, cosa que hace que por fin pierda los pocos estribos que aún tengo -YA ME CANSÉ DE TI!!!!- le grito a la sabandija aquella mientras lo lanzo al aire, y mientras vuelve a caér, le doy una sertera patada en el trasero con todas mis fuerzas, provocando que alcanze esta vez mayor altura perdiendose de vista, bufo un par de veces furiosos, y cuando por fin logro calmarme, me excuso ante Gianni .Perdona por eso, no suelo tener mucha paciencia con los delincuentes.

-La verdad es que no, nunca me quedaba demasiado tiempo aquí, Hargeon y otros lugares me parecían mas interesantes, incluso el monte Hakobe, siempre he preferido la naturaleza que las ciudades- diej mas para mi que para el, recordando todo el tiempo que viví con mi madre en las afueras de la aldea, y todo el tiempo que ella me entrenó en las artes del Dragon Slayer de Sombras, siempre fue dura en sus entrenamientos, pero daba la impresión que le dolian mas a ella que a mi en realidad, llegue a quererle como a mi madre real sin mucho problema, a pesar de que ella fuese una dragona siempre cuidó de mi con cariño, y poco a poco, llegue a verla como mi madre, nadie mas podía serlo, siempre ella estaba a mi lado, siempre ella estaba para cuidar de mi cuando niño siempre ella era quien tenia sabiduría que compartir conmigo, y magia que mostrarme y enseñarme, siempre ella.

Luego miro a mi alrrededor, de tanto divagar me he perdido, vaya rollo, bueno, asi empiezan las aventuras, sin saber a donde ir, rio para mis adentro y me pregunto si notara si hago una pequeña trampa este chico:

-Bueno, aunque ahora que lo pienso, si que hay un buen lugar cerca de aqui, creo que incluso en el mismo barrio, apuesto que de entrar allí se nos quita al aburrimiento, asi que, que dices? te apuntas? la verdad, no tengo ni la mas minima idea de a donde ir por aqui, mi verdadero plan es andar sin rumbo mientras encuentro un buen lugar para pasar el rato, algo que se vea entretenido, espero que no se de cuenta, por que seguro que me da un porrazo.