¡Amiga Mia! [Libre]

"-Anabella, ¿estas segura?- preguntó Marcus…. -Segura- respondió Anabella. Y en eso, los dos se dejaron caer al vacio, huyendo de consejo Amonus”

-Oh por Dios- murmuré tapándome la boca…

No podía dejar de leer esto. Fue el libro que saqué cuando Papá me llevo hace un mes a la bilbioteca. “Claro de Luna” Me fascinó. Tenia mucha trama y ese toque que me gustaba. Cambié a la siguente pagina y leí lo siguente:

"Ambos despertaron en una playa lejana de la isla de los Amonus, Anabella y Marcus estaban solos ahí, bueno, era lo que ellos pensaban hasta  que vieron a lo lejos a una pequeña niña que se acercaba con objetos de curación. Marcus estaba gravemente herido y la niña quería curarlo. Al estarlo haciendo, el le pregunta su nombre…La niña. La niña se llamaba Lucy”

¡Lucy! Ay… Como el nombre mi amiga… Sonreí. Y luego miré la pared del pasillo.
-Lucy…- murmuré… recuerdo cuando la conocí. Ella siguendome y terminando en un duelo. Me agradó a la primera. Se veía fuerte y decidida. Mas por lo que ella deseaba.

Me levanté del pasillo, guarde el libro que tenia en la mochila que estaba colgando de mi y me disponía a ir a buscar a Papá  para pedirle prestado el libro que el sacó de la biblioteca para que ambos lo leyéramos, pero empecé a sentir un leve mareo… ¡Vaya Sarada, no te has dado cuenta, la nave esta decendiendo! Pfs.. Continue caminando, valiéndome que la nave estuviera en decenso. En mi época, hasta podíamos correr mientras la nave bajaba a las planicines. En un momento me paré en seco. Comencé a sentir algo… Como … Fue parecido  lo que sentí cuando conocí a Lucy… Esa chica… Hasta acá siento su presencia. No no… imposible…

Continue caminando hasta que sentí la necesidad de correr hacia la entrada de la nave. Justo por donde ingrese al gremio. Vacilé un poco mirando hacia el cuarto de Papá, que estaba a unos cuantos metros, o a la entrada, que estaba a unas cuantas vueltas de pasillo de aquí. Mire hacia un lado, y luego hacia el otro.  Sin saber que hacer me llevé las manos a la cabeza.

-¡Ah santo cielo! ¿A dónde voy?-  me pregunté en voz alta… Y unos chicos del gremio pasaron y me vieron raro… Mierda… No pude evitar ponerme roja. Mire hacia el lado izquierdo… ¡Que mas da! Comencé a correr hacia la entrada del gremio, odiaba correr con falda. Si, falda, decidi ponerme hoy mi falda con mi atuendo formal… Si, si, para mi también es raro.  Al llegar, me agaché un poco y coloqué mis manos en mis rodillas para recuperar el aliento. Pero, a la vez me caí de sentón.

-Oh maldición-  dije levantándome y una leve sacudida hizo que me volviera caer de sentón.
-¿Pero qué?- suspiré frustrada y me levanté de nuevo, limpiándome mi falda y sacudiendo mi mochila. No se por que lo hago si los pasillos siempre están limpios. En eso la entrada dio salida hacia las planicies… Y vi una silueta a lo lejos… No la distingui muy bien… Pero su presencia se me hacia muy familiar… Hasta que me llegó la sorpresa de saber quien era….

-No puede ser….
Si no me equivocaba… Era “ella”.

-Cielos, que aburrimiento. ¿Hasta cuando llegara la dichosa nave?
Estaba distraída y aburrida, el estar esperando la nave del gremio de Orion Zodiac. Muchos decían que la nave bajaba en estas planicies, asi que bueno, a esperar.
Tenia tiempo que no veía a Sarada, desde el duelo que tuvimos en Magnolia...  

Cuando la vi por primera vez la vi muy segura de si misma, y divertida. Pero esa seriedad, me sacó de onda. Y también... Me causo una cierta desconfianza. Por eso la rete, pero al irla conociendo en la pelea, me di cuenta que era muy tierna y alegre, a su manera.

Y no se, al ver que era de ese gremio, supuse  que era feliz...

-¿Cómo estará Sarada?- mumuré... En eso vi la nave del gremio volador sobre mi cabeza...
Cielos, si que esa nave es muy grande. El viento que causaba era muy fuerte, tuve que retroceder un poco para que la nave tuviera espacio de aterrizar. La nave bajaba poco a poco, ya estaba ansiosa para poder entrar a ese gremio. Ademas tenia que entrar, hay gente que depende de mi para poder vivir... Cuando la nave llego a tierra, la puerta se abrió y vi una silueta a lo lejos en la entrada del gremio.
Supuse que era el jefe de Gremio, pero la reconoci...

-¡SARADA!-grité y corri hacia la entrada de la nave, entre mas corria, mas me tropezaba. Pero llege a ella y le solté un gran abrazo...
-Sarah, amiga hasta que te veo, que bueno que estas aquí, necesito ingresar al gremio, además, quiero conocer al jefe de gremio, dicen que es lindo pero no se en verdad. Ohhh que nave tan grande... ¿Qué tanto hay aquí ah?... Eh Sarah... ¿Me estas escuchando?-

Siento que parlotee mucho, además, creo que la molestare si hablo demasiado

-Oye, sabes, quisiera conocer al jefe del gremio, anda vamos- dije jalándola hacia adentro hasta que me pare en seco... -¿Eh, donde esta?