Conociendo a una nueva amiga (vanya/natsu)

Podía sentir la luz del sol en su piel, comenzando a calentar esta, se podía notar que era uno de aquellos días soleados en los que podías acostarte bajo un árbol a descansar, teniendo la única lucha con el sueño para no quedarte adormilado en la base de aquel árbol, la joven de cabellos rosados había estado esperando mucho por aquel día pues por una vez le habían dejado salir sola, pasar el rato tranquila, algo así como un tiempo libre, unas cortas vacaciones y la idea de sentarse bajo un árbol a leer no sonaba demasiado mal, es más le atraía esta bastante, sus labios se apretaron en un momento asegurándose por tercera vez de que no la iba a necesitar cogiendo sus llaves para comenzar a caminar, tardo un poco en llegar a un pueblo pero al menos sabía que desde este nada la podría molestar o eso era lo que pensaba, no se había dado cuenta que cerca de aquel lugar se encontraba un gremio oscuro, no esperaba tener que usar aquel día sus llaves, por lo menos no con las que había tenido un contrato , sin embargo no debía de seguir los pasos que su mente le guardaba, pues se estaba dirigiendo justo por el camino donde los magos de aquel gremio oscuro se encontraba. Los pasos de aquella joven de cabellos rosados se pararon en un instante llegando a su nariz un olor agradable, girando su rostro para ver a un joven tumbado cerca del río dejando que una de sus cejas se alzara preguntándose que es lo que haría aquel chico en aquel lugar, su cabeza se movió de un lado a otro intentando negar el que tuviera que pensar en él, era su día libre después de todo.

Vanya era tan orgullosa que no podía sentarse al lado de aquel chico, tenía que encontrar un sitio aun mejor, por eso mismo sus pasos siguieron acercándose de forma bastante peligrosa a los magos del gremio oscuro dejando que no pudiera percatarse de estos por lo atenta que estaba a aquel extraño joven ¿quien se podía quedar dormido cerca de la orilla? se preguntaba sin cesar acabando por chocar contra alguien, una espalda ancha y musculosa le impedía el paso, haciendo que cayera el equilibrio, sus rodillas se juntaron en el momento que choco contra el duro suelo, mientras que una de sus manos iba hacia su frente intentando acariciarse esta varias veces, como si quisiera quitarse alguna mancha de esta y es que podía jurar que el golpe contra la persona que se había chocado fue más doloroso que el del suelo, sus orbes rosados poco a poco se abrieron para observar a aquel sujeto con el ceño fruncido alzando la cabeza quedando aun en el suelo, dejando que sus labios se abrieran a punto de comenzar a gritar por aquel choque, quejándose, como si aquel hombre hubiera tenido la culpa de que no estuviera atenta a su camino, el fruncir en su rostro ya era oficial y la llama en su interior del enojo estaba prendida, en cualquier momento explotaría llevándose aquellos jóvenes la bronca, solo por un error que ella había tenido, se levanto con los brazos cruzados mirando sin ganas a aquella persona elevando un poco su rostro por su estatura haciendo que su enojo fuera cada vez mayor por eso, cuando conocía  a alguien que era más alto que ella siempre le molestaba, pues le daba la sensación de que esta persona se estaba burlando de que no pudiera tener aquella altura, que fuera tan baja- Ten más cuidado, mira por donde vas- fue lo primero que dijo intentando aun no alzar la voz, estaba a punto de seguir con aquellas quejas cuando sintió como aquel hombre le agarraba las muñecas y separaba los brazos, de forma que pudiera ver bien las prendas que llevaba.

Al principio Vanya se extraño un poco moviendo sus muñecas solo un poco inclinando la cabeza hacia un lado, para al no soltarla después de algunos minutos comenzar a desesperarse, no había problema, puede que se hubiera tropezado con un gremio oscuro pero al menos tenía las llaves con las cuales se podía defender solo necesitaba llamar a una, solo necesitaba soltarse una de aquellas muñecas que tan fuerte aferraba aquel gorila, sin embargo esto no parecía ser tarea fácil, sintió como las manos de otro mago comenzaba a pasar por su cuerpo buscando que era lo que llevaba en aquel momento de valor encima, encontrando aquellas llaves moviendo estas delante de la joven de cabellos rosados - ¿esto es lo que ibas a usar contra nosotros? Es una pena tener que tirarlas, solo las pueden usar los magos celestiales- susurro aquel hombre que las había logrado coger, lo había hecho ver tan fácil, se sentía totalmente desprotegida y más cuando vio como sus llaves volaban lo suficiente lejos de ella, aun si tenía una pequeña posible forma de salir de aquel problema en el que se había metido ahora había desaparecido, su cabeza de movió de un lado a otro, haciendo que su cuerpo la siguiera comenzando a jadear por el esfuerzo que tenía que hacer ¿y ahora que haría? aquellas llaves fueron a parar justo sobre el vientre de Natsu, pero esto no lo sabía nuestra joven de cabellos rosados, pues de saberlo no estaría tan alterada, ni preocupada - SUÉLTAME-alzo la voz con fuerza, comenzando a golpear a aquellos hombres con las piernas, intentando que se mantuvieran alejas, no sabía que iban a hacer con ella si se salían con la suya, pero tampoco quería saberlo, pues las ideas que se le pasaban por la cabeza no eran nada buenas, es más cada una de ellas era aun peor -HE DICHO QUE ME SUELTES- se quejo aun más fuerte comenzando a pisar los pies de aquel que le estaba agarrando sin poder conseguir nada por parte de este, ni siquiera se inmutaba.

Solo dejo de moverse en el momento que se canso, su cuerpo se quedo totalmente quieto con la cabeza bajada, estaba tan agotada que ni siquiera podía levantar esta, dejando salir varios jadeos de sus labios intentando recuperar la energía para volver a atacar, aunque solo fuera pateando a aquel hombre que le estaba agarrando las muñecas, sus orbes se cerraron un momento, cogiendo aire antes de dar una última patada a aquellos magos, aun sin servir esto para nada, solo para agotarse más, estaba a punto de rendirse o por lo menos hacer como si se hubiera rendido de intentar pelear para que le soltaran, sin embargo la idea que tenía ahora aquella joven de cabellos rosados trataba sobre hacer que le soltaran las muñecas para llevarla de otra forma, pues estaba segura de que aquel tipo de postura no le era cómoda a la persona que le tenía que llevar, sus labios se movieron dejando ver una pequeña sonrisa, pues sabía que aquellos funcionaría, solo tenía que ser paciente y eso estaba dispuesta a hacer, no le preocupaba tener que esperar, si no fuera por el joven que antes había visto dormido cerca de la orilla del río ¿porque ahora estaba allí? ¿Porque la estaba ayudando? La joven apretó sus labios con fuerza intentando tranquilizarse, pero le había molestado bastante el que la hubiera salvado, no necesitaba la ayuda ella, sola podía.

Cuando estaba a punto de levantarse de aquel suelo en donde la había dejado, sintió como sus piernas temblaron sin motivo aparente, ¿Aun estaba cansado de tantos golpes que le había dado a aquel joven? Podía ser posible, sus orbes se movieron por aquel escenario buscando algo con lo cual ayudarse para levantarse, observando a aquellos magos que se preparaban para atacarla, no tenía las llaves con ella, así que no podría llamar a ninguno de los espíritus con los que había dejado marcado el contrato, tampoco podía moverse para esquivar aquel ataque, sus orbes comenzaron a aguarse dejando que viera algo borroso por aquello, sabía lo que iba a pasar, se llevo las manos al rostro para que no pudieran ver si aquellas caían por su mejilla manteniendo los ojos cerrados esperando a que el impacto llegara, estaba prepara, por lo menos era consciente de lo que le iba a doler, por eso se sorprendió al escuchar la explosión pero no sentir dolor alguno, dejando que sus manos poco a poco se apartaran de aquel rostro, parpadeando un par de veces al ver la espalda de aquel joven ¿De nuevo la había ayudado? Le debía dos cosas ahora, tendría que agradecerle después de alguna forma, sus ceño se frunció más por esto, nunca le había gustado el tener que agradecer a otra persona, nunca le había gustado la idea de tener que deber a una persona su vida, es más era tan orgullosa que esa posibilidad jamás se le había pasado por la cabeza, alzo la cabeza un poco abriendo sus labios para quejarse de aquello, cuando sintió una especie de pinchazo en su corazón ¿Que había sido eso? ¿Estaría enferma? Le había dolido, pero era un dolor bastante agradable, no sabía como explicar aquel sentimientos, lo único que podía saber es que ahora su corazón estaba palpitando más rápido de lo normal, como si no pudiera controlarlo.

Una de sus manos se posó en su pecho notando como este subía y bajaba varias veces intentando detener aquel frenético movimiento de su pecho, intentando concentrarse en otro cosa, solo le había salvado de un golpe y de aquellos magos, cierto que era el primer chico que se había atrevido acercarse a su persona, era la primera persona a la cual le había permitido protegerle, como lo estaba haciendo en aquel momento, se sorprendió bastante, pues debía de tener bastante poder si después de recibir tal golpe aun podía moverse o tal vez solo se trataba de idiotez, tal vez solo lo había hecho porque aquel joven de cabellos rosados tenía algún tipo de complejo de héroe, en cualquier cosa, no entendía como su corazón se alteraba tanto solo por una persona, dejo que la llevara, pues estaba demasiado despistada intentando averiguar que era lo que podía hacer que su corazón palpitara con tal rapidez, seguro estaba enfermando, solo eso, se dijo a su misma, solo la despertó de aquellos pensamientos el sentir aquellas llaves, dejando ver un pequeño color carmín en sus mejillas por tocarle un poco aquel pecho, al dejar las llaves allí ¿Se estaba burlando de ella? Muchos antes le habían hecho bromas con sus senos, con lo grandes que eran y esas cosas, pero no esperaba que aquel joven fuera una de esas personas a las cuales le gustara bromear con cosas como esa, le golpeo la mano con fuerza cogiendo aquellas llaves para ocultarlas en sus prendas de nuevo con aun aquel rojo en sus mejillas, cogió un poco de aire, no podía regañarle, le acababa de salvar, así que aguantaría aquellas ganas de quejarse por burlarse. -Yo... -se cortó a si misma antes de darle las gracias al escuchar que lo único que podía hacer para agradecerle era darle un beso, una de sus cejas se levanto en aquel momento.

¿Lo estaba diciendo enserio? Nadie antes le había pedido un beso, sería su primer beso, esperaba que no fuera demasiado tosco o lo hiciera mal, sin embargo estaba dispuesta a hacerlo, no iba a dejar que aquello se quedara así, pues necesitaba agradecerle a aquel joven, a Natsu, por haberla ayudado, no le hacía falta, pues ella tenía la situación controlada, pero ya no podía hacer nada, estaba hecho, se acerco un poco a aquel joven dejando que sus manos se quedaran a ambos lados de la cabeza de aquel joven para que no se pudiera mover, acercando su rostro poco a poco a este cerrando los ojos algo avergonzada por esto, sentía como su corazón volvía a palpitar sin descansó, de nuevo, sin avisar, era como si aquello solo se activara cuando se acercaba demasiado a aquel chico- Soy Vanya Wolves -susurro antes de chocar sus labios con los de aquel joven apartándose después de algunos segundos tosiendo un poco- gracias por la ayuda, aunque lo tenía todo controlado, era parte de mi plan, no tenías que haber hecho nada.

Al sentir un leve calor en su mejilla se llevo una de sus manos a aquella zona acariciando estas dejando ver una pequeña sonrisa, aunque su ceño siguiera fruncido pues ahora tendría que volver a agradecerle de otra forma, no hacía falta que le enseñara donde podían ser los besos pues sabía perfectamente donde los podía dar, no necesitaba aquel pequeño recordatorio o aquella enseñanza de donde podía o no podía besar, pues ella había pensado que con darle un beso se refería a un beso en los labios, tal vez de aquella forma la próxima vez el joven explicara mejor a lo que quería o intentará aclararle que era una broma, en cualquier caso esperaba que a partir de ahora se concentrara más, que tuviera más cuidado pues sus palabras se podían interpretar de otra forma, se cuerpo se encogió un poco tapando la oreja en la que le había susurrado, era muy sensible en aquel lugar, además de que su oído era muy agudo, por eso se había retorcido de aquella forma, no es que no le hubiera gustado, es más agradecía que fuera tan gentil y tuviera tanto cuidado a la hora de hablar en sus oídos, pero no se lo había esperado y esto lo único que logro fue que se sonrojara más, que comenzara a avergonzara, seguro que ahora aquel chico conocía aquel punto débil, seguro que se había dado cuenta, aparto su rostro intentando ocultar aquel rojo en sus mejillas respirando para tranquilizarse, sintiendo como su corazón iba cada vez más, lento, como si se estuviera acostumbrando poco a poco a aquel joven, de forma que pronto podría estar cerca sin sentir aquel frenético latir.

Observo su brazo de nuevo asegurándose de que era de aquel gremio, ya que no solía confiar en nadie, mientras se volvía a colocar aquellos auriculares que siempre llevaba pensó en la propuesta de aquel joven, si calcula tal vez si que podría el próximo día que tuviera libre estar con el joven o diera la casualidad de que ambos cogían la misma misión, pero no podía asegurar que estarían tranquilos, ¿como una cita? formulo aquella pregunta en su cabeza, como si nunca hubiera escuchado aquel termino, en realidad se le hacía bastante nuevo pues nadie le había pedido aquella clase de encuentro, es más durante un momento pensó que era otra broma de aquel joven, seguramente cuando le respondiera le dijera de nuevo que era una broma, sin embargo no podía dejar la pregunta en el aire necesitaba responderla, aunque estuvieran en distintos gremios, aunque estuvieran lejos, tal vez si que podrían volver a verse, solo para asegurarse de que aquel sentimiento, aquel latir de corazón lo creaba aquel joven de cabellos rosados, cerro los ojos un momento antes de rodear sus rodillas con sus brazos haciendo que estos aplastaran un poco sus senos dejando que fuera más sencillo ver como su pecho subía y bajaba, como si su respiración fuera inconstante, como si estuviera teniendo alguna clase de problema al respirar, oculto un momento su rostro, bajando este un momento cogiendo aire, sin levantar su cabeza en ningún instante, para que aquel chico no pudiera ver aquel sonrojo, ya había invadido la gran parte de su rostro, parecía un tomate y lo peor es que se notaba mucho más al ser su piel tan blanca, sobresaltaba bastante -Me encantaría tener otro encuentro contigo Natsu, tal vez podamos hablar aunque no tendré otro día hasta un par de días y es posible que no me dejen salir -intento decir, sin embargo podía notar como su voz comenzaba a temblar por aquello.

Alzo una ceja bajando una parte de su camisa con cuidado girando su cuerpo para darle la espalda a aquel joven señalando aquella parte donde ella tenía colocado el símbolo dejando aun ver aquella sonrisa en su rostro, de repente no se sentía tan enojada, es más estaba bastante tranquila, era como si aquel chico lograra hacer que se mantuviera tranquila, que mostrara una sonrisa, era como si fuera un calmante para ella y esto tratándose de Vanya era bastante extraño- Yo soy de Mermaid Heels -susurro para volver a colocarse aquella prenda acercándose un poco a aquel joven dejando que viera aquella sonrisa y el rojo en su rostro -pero como me has devuelto el beso ¿porque no me dices que más podría hacer para agradecerte? Aunque ya te digo que tu ayuda no me hacía falta, solo tenía que coger mis llaves y ya estaría todo bien -volvió a destacar, pues no iba a aceptar que había sido ayudada y que estaba en una situación de la que la única forma de salir era que otra persona te ayudara, como lo había hecho aquel joven, sin embargo así era la joven de cabellos rosados, era tan orgullosa que ni siquiera podía admitir eso, por no poder admitir, no quería no aceptar que había comenzado a sentir algo por aquel joven, solo porque la había ayudado, tal vez no conociera del todo su personalidad, pero lo poco que había logrado ver hasta ahora le había gustado, por eso había aceptado tener otro encuentro, porque de esta forma podría conocer un poco más de aquel joven y asegurarse de esta forma de que era el tipo de persona que le gustaba.