Entrando al gremio y conociendo caras nuevas [Libre]

No hacía mucho que había dejado mi casa, solo iba vestido con el típico uniforme que solía llevar algunas veces. Una gorra negra, una chaqueta y unos guantes del mismo color, una camisa blanca, una corbata roja y unos pantalones negros. Además, llevaba mi espada atada a mi cinturón en el costado izquierdo. Aun no había logrado superar el saber que mis padres estaban muertos, o mas bien, que los había asesinado con la espada que llevaba. No quería quedarme en casa, si venía algún familiar seguramente intentarían que me ganase la vida matando a gente y eso no lo quería para nada. Necesitaba un gremio, algún lugar donde poder ganar dinero y hospedarme.

No sabía donde estaba además, cosas de salir de casa sin tener un mapa a mano seguramente. Tampoco el terreno me daba muchas pistas de donde estaba, pero eso no importaba, ya encontraría a alguien que pudiera decirme donde estaba. Seguí caminando por esa zona, llena de árboles hasta que llegué a vislumbrar un río y una ciudad. Si mal no recordaba, en los libros que leí de pequeño hablaban de un sitio así, que se llamaba Oak. Quizás alguien de la ciudad me podría recomendar un gremio, pero en ese momento solo me dieron ganas de dormir. Al menos ahora ya había encontrado la zona, así que cuando me despertase solo tendría que preguntarle a alguien.

Empecé a buscar un árbol sobre el cual poder recostarme y echarme una siesta, algo que no tarde mucho en hacer. Pero antes de poder echarme a dormir, vi una nave aterrizar cerca. Por una zona montañosa, y me entró la curiosidad. Me acerqué al lugar, al cual tardé un poco en llegar y entonces vi esa nave. No me esperaba encontrar algo así, pero era interesante y quizás la gente de esa nave me podría decir algún gremio cercano al cual unirme. Pero tampoco quería molestar a esa gente, seguramente tendrían mejores cosas que hacer que escucharme.

Aunque necesitaba urgentemente, además, algo me decía que si no me daba prisa algún familiar me iba a encontrar y me obligaría a hacer algo que no quisiera. La cuestión era como dirigirme a la gente de esa nave, no quería chillar, y tampoco quería entrar en la nave sin permiso. Al final, opté por sentarme en frente de esta con una sonrisa esperando a que saliera alguien de la nave o a que volviera alguien si es que alguno había salido.

No tenía muchas cosas que hacer, estaba delante de la nave y solo faltaba que saliera alguien. Mientras podría pensar en que hacer, si entrenar un poco o ver si echándome una siesta no me iban a ignorar. Bueno, no creía que tardasen mucho y si no, se estaba tan bien allí con esa tranquilidad que una siesta no iba a matarme ¿no? Cuando al fin decidí por echarme una siesta, alguien salió de la nave y se dirigió hacia mí. Solo le miré con una sonrisa mientras escuchaba como decía que le acompañase a dentro de la nave ya que lo que parecía ser el jefe de allí quería verme.

Accedí, no tenía nada que perder además, alguien me podría ayudar. Entré al interior de la nave detrás del chico que había venido a recogerme. Era la primera vez que estaba dentro de una nave, por no decir que era la primera vez en el mundo exterior. Solo había salido a un pueblo cercano de casa mas de una vez para la comida cuando mis padres ya no hicieron nada y me toco cuidarlos, bueno, decía eso pero en ese entonces, según mi tío ya estaban muertos. Después de seguir al chico, llegamos a lo que parecía ser una taberna y este me guió hacia una persona que parecía ser el jefe, bueno, sería raro que no fuera así si me dijo que él quería verme.

-Perdona por haberme sentado delante de la nave, no quería molestar y quise esperar a que alguien saliera de esta.- Era la verdad, no quería molestar a nadie solo quería que alguien me respondiera o me ayudara, aunque tampoco me hubiese gustado mucho eso. Prefería hacerlo todo por mi mismo, pero sin haber salido mucho y apenas conociendo unas cosillas no podía entrar en un gremio sin conocerlo, además de que ni siquiera conocía las localizaciones de estos.

-Quería entrar en algún gremio, ¿me podrían decir si hay alguno cerca?- Empecé a hablar, sin saber si a esa gente le iba a gustar que hablase tanto aunque si empezaban a hablar los demás, iba a callarme en seguida para poder escucharles. -No tengo dinero, y tampoco tengo un lugar en el cual hospedarme en este mismo momento, y necesitaría encontrar un gremio cuanto antes.- No dije nada mas, solo sonreí, si me preguntaban el porque, ya se me ocurriría cualquier excusa. No podía permitir que supieran que todos en mi familia eran asesinos, salvo yo, aunque habiendo matado a mis padres... ¿eso me convertía en uno?