Buenas tardes, pienso vivir en este lugar. [Libre]

El tamaño de la nave era sorprendente, cuesta creer que haya pasado unos seis meses tratando de encontrarla... incluso las personas de aquí dicen que suelen aterrizar seguido en los mismos lugares y la gran mayoría de los habitantes de Fiore lo saben... saber que hasta niños pequeños la encontrarían con una completa facilidad sólo hace que me sienta más tonta al respecto pero no importa, fueron meses muy divertidos de turismo y fiestas. Ahora lo que importa es respirar muy profundo y descubrir... bueno... cómo es que se entra supongo... ¿tiene timbre?
Luego de unos minutos caminando alrededor encontré lo que parecía ser la entrada principal y sin pensarlo demasiado comencé a caminar a la puerta mientras en mi cabeza trataba de pensar cuales serían las palabras que debería usar una vez que me reciban.
“Buenos días... ¿o debería decir tardes?... No sé, yo almorcé hace un rato...”
Sumergida en mis disputan interiores tratando de deducir si debería decir buenos días o buenas tardes me encontraba ya atravesando la puerta, como de costumbre no tenía nada preparado para decir... era simplemente yo, sin ninguna maleta más que una cartera amplia de cuero blanco. Mi personal se encargaría de traerme las numerosas cajas una vez que me instalara en algún lugar... sea allí mismo o en otro lugar. Aunque supongo que la instalación cuenta con habitaciones, una cosa es segura... necesitaré un amplio... realmente amplio closet.
Mi conjunto del día, como siempre, era realmente lindo y consistía en una musculosa blanca de algodón con una segunda tela troquelada sobre la primera y un short de tiro alto asentando mi pequeña cintura, el mismo era de un color celeste claro sumándole un lindo estampado de flores realistas color rosa de distintas tonalidades con sus respectivas hojas verdes. Además de la ropa, unos zapatos de cuero blanco con plataforma acordes a la cartera. En cuanto al resto de los accesorios, el más importante era el collar estilo gargantilla hecho de plata con dijes y detalles en diamante, algunos de ellos en forma de pequeñas rosas. También traía unos zarcillos de plata en forma de pequeña argollas, aunque al llevar el pelo suelto no podían verse; en cuanto al maquillaje, el mismo era muy delicado y natural, acorde a una tarde soleada, base del tono de mi piel, rubor rosa muy suave, un poco de sombra blanca para iluminar la mirada, rimel negro y un tono durazno en los labios.
Una vez dentro me dediqué a observar los alrededores pero sin adentrarme, hasta una chica rubia como yo es capaz de darse cuenta que no es buena idea... primero porque terminaría perdiéndome y segundo porque creerían que soy una intrusa aunque... “Técnicamente... Técnicamente si soy una intrusa, me metí directamente en una propiedad privada...” al caer en ese pensamiento mi cara se puso pálida y mire la puerta por la que acababa de ingresar con amor, dude si salir corriendo por donde entré pero no, me tomó meses llegar a encontrar este lugar enfermizamente grande del cual hasta los niños más pequeños y con el mínimo uso de razón podrían encontrar... tomé aire, lo sostuve unos segundos en hasta sentir que se inflaban los pulmones y exhalé, luego de aquello acerqué mis manos a mi boca para usarlas como amplificador mientras arqueaba mi cuerpo hacia delante:
-¡Hola! ¡Buenas tardes! ¿Hay alguien?- grité casi con todas las fuerzas pero sin forzar la voz, cosa de no lastimar mi garganta y que se escuchara hasta fuera de la nave, luego de hacer eso retomé la compostura mientras sacaba un espejito de mi cartera para contemplarme asegurando que mi maquillaje esté impecable ya que estaba esperando respuestas, luego de comprobar que si, estaba divina como de costumbre guardé el mismo, cruzándome de brazos.
-Si no viene nadie en cinco minutos me meto a buscar...- pensé en voz alta con un completo desinterés al respecto porque ya habiéndolo pensándolo mejor, si voy a vivir en este lugar no estaría invadiendo nada y... me conozco, no soy lo suficientemente paciente como para esperar mucho tiempo en un lugar o volver más tarde.

Todo se encontraba vacio, absolutamente todo, unos que otros se encontraban entrenando en la misma nave, otros en sus habitaciones que aun no habian salido de sus cuartos, tal vez viendo la lacryma donde se veian las noticias o alguna otra cosa mas que se distrajeran con el mismo, tal vez jugando a los videojuegos, tal vez tomando una siesta por el trabajo. Otros estaban descansando en las aguas termales que teniamos dentro de la nave, como siempre no faltaban los pervertidos de los compañeros de gremio que estuviesen intentado ver alguna chica desnuda, pero sin embargo siempre sabia que de alguna u otra manera los pervertidos serian golpeados por ellas, al menos de que hubiera una parejilla dentro y estuviesen en un mismo lugar........mejor no entro en detalles si es el caso. La verdad no tenia ni idea de que eran lo que hacian los que se encontraban dentro, solamente me encontraba sentado en el asiento del capitan de la nave, viendo que podia hacer en estos momentos ya que los demas estarian en alguna mision, en la taberna de la nave dudaba que hubiese alguien ya que si fuera el caso, tal vez escucharia risas o ruido en el mismo. Siempre cuando hay alguna persona en la taberna, la nave no queda en silencio.

Sin embargo, estabamos situados en Hargeon, usualmente donde nos abastesemos de comida entre otras cosas mas. Aunque de alguna u otra manera en Hargeon extrañaba cierto gremio que tambien solia abastecerse, cosa que deambulaba por ahi el gremio Borbolete. La verdad ni idea de lo que hablan aqui. Asi que mas tarde se sacaria esa informacion que me daba cierta curiosidad sobre ese gremio que era un barco volador. Parecia que lo hubiesemos sustituido, sin embargo por el nombre, borbolete=mariposas y Yue= Luna eso era lo que le diferencia del otro gremio que se abastecia en este lugar.

-Suspiro- mmmm-Decia con algo de aburricion, no hasta que habia escuchado un cierto sonidito en la entrada gracias a uno de los videos que tenian encendidos en la parte de abajo de donde se encontraria el subcomandante de la nave en caso de que no estuviese al mando moviendolo.-...una nueva?-Decia para luego despues rapidamente pararme de la silla y ir directamente hacia el lugar donde se encontraba la entrada que por supuesto claro la taberna estaba a unos cuantos mas sobre la entrada misma.

Bajando del elevador pequeño en el que se encontraba el cuarto de navegacion, rapidamente corri desesperadamente a ver a la joven chica que tal parecia ser que era una cliente o tal vez alguien que queria inscribirse para el gremio. Sonrei como un niño para ir directamente con la chica y al notarla desde la lejania-Holaaaaa! perdon por la tardanzaa!-Decia energeticamente para luego despues pararme y flexionar un poco las piernas poniendo mis manos sobre las rodillas y bajar mi torso un poco al suelo jadeando asi de tanto correr- Hace tiempo que no corria en la nave-

Estaba dispuesta a comenzar mi camino dentro de la nave cuando viendo hacia el horizonte pude vislumbrar una figura corriendo por lo que parecía ser... ¡una taberna! ¿cómo es que no la vi antes?... con lo que yo adoro beber la espera pudo haber sido mucho más placentera... aunque no esperé tanto tampoco ¿tres? ¿cuatro minutos?. Al ver al joven detenerse frente a mí flexionando las rodillas, al parecer agotado por correr, reí femeninamente pensando: “Tiene una pésima condición física si se cansó por correr unos pocos minutos...” pero no iba a decirlo en voz alta, después de todo no me pareció patético sino tierno. Sonreí con amabilidad debido a que estaba arrepentido por dejarme esperando y despeiné su cabello en forma amigable. Luego de aquello, sin pensarlo, comencé a caminar a paso rápido para el lado de lo que se convertiría en mi nuevo lugar favorito:
-Había oído de las aguas termales pero no tenía idea de que tenían una taberna también.- dije volteando para mirarlo al caminar, dándome cuenta de que ignoré completamente su saludo motivo por el cual caminé apresurando el paso pero no corriendo nuevamente a donde el chico se quedó.-Perdón... Soy un poco... apresurada como así decirlo.- digo justificando mi actuar con un tono de voz que refleja arrepentimiento y juntando las manos como en posición de oración para luego sonreír nerviosamente porque no llevaba ni cinco minutos en el lugar y ya había metido la pata.
“Perfecto, ya está, listo, se acabó todo Mari... Anda pensando en volver a la casa de tus padres.” Me dije a mí misma llevándome las manos ahora al rostro como lamentando ser tan idiota. “¡Ni siquiera soy capaz de decir hola antes de querer relajarme tomando una que otra... otras... copitas!” continué en mi cabeza hasta que saqué mis manos de mi cara, cerré los ojos, respiré profundamente y luego de hacerlo exhalé. Un poco más tranquila.
-Lo siento... Creo que estoy un poquito nerviosa...- digo justificándome nuevamente y sonreír aparentando estar relajada. -Empecemos de nuevo mejor...- digo rápidamente y retomo la compostura.
-¡Hola!- digo con una sonrisa dulce en el rostro para luego darle un abrazo con confianza y al soltarlo seguir con mi presentación que definitivamente invade el espacio personal de las personas: -Mi nombre es Marija Dvorac, vengo del otro lado del país y buscaba afiliarme al gremio. ¿Podrías decirme con quién debo hablar para eso?- cuestiono ya que la persona frente a mí no aparentaba mucho más de 15 años.

Me dejaba despeinarme por aquella chica de cabellos rubios causando que me sorprendiera y la mirara con algo de sorpresa, pues mis ojos me delataban que andaba de esta forma, pero la chica al parecer no le importo, paso de lado mio causando que me abriera la boca y me quejara un poco-Oye! pero! aun no me presento!-Me ponia otra vez normal para asi ir con ella y ver que era lo que hacia esta chica aunque podia notar en sus ojos que al parecer le andaba agradando el lugar-Pues clarooo! tambien tenemos una sala para eventos, un lugar de entremiento, cuartos en el cual puedes hospedarte si quieres y entre otras cosas-Decia asi presumiendole a la misma chica y saliendo asi una atmosfera de estrellas brillantes sobre mi cabeza que tintineaban sin ningun problema, luego de escuchar que se disculpaba de mi sien salia una vena que pulsaba- Oye! pues no soy un poste o algun adorno para que me hiciese eso!-Decia con algo de enfado y queja para luego despues tranquilizarme y poner mi puño sobre mi boca provocando que bajara un poco la cabeza- ajem, bueno-la miraba entonces seriamente-seguramente quieres entrar a nuestro gremio cierto? y bueno un gusto-Sonreia ante ella para si estrechar mi mano y recibirla con todo el gusto del mundo, pues hasta mi verdadero ser se encontraba alegre puesto que tendria ahora otra nueva integrante, vaya dos? en esta semana si que era bueno para este lugar-Por cierto, no te preocupes igual...-miraba a otro lado con algo de pena y remordimiento hacia ella ya que tambien me habia pasado un poco de la mano-..creo que tambien me pase...-mis mejillas se ruborizaban mientras que mis cachetes tambie se inflaban un poco-mi nombre es Dion Laturki y si quieres afiliarte, tienes que hablar conmigo, aunque por lo que hiciste no sera necesario que preguntaras, justamente despues de disculparme iba a ir por la estampa para que te haga un sello de gremio-le mire con algo de seriedad pero al mismo tiempo aun estando algo arrepentino pues mi voz se me notaba.

De inmediato cambie de cara flexione mis brazos para asi animarme y no andar triste, aparte era un buen dia para asi presentarles a su nueva alumna-Yosh!, ahora si. voy por la estampa-Iba de tras de la barra donde se encontraban los basos y licores para asi sacar una caja en el cual al abrirlo sacaba aquel objeto que le sellaria el gremio con la pintura magica en el cual al ser sellado tomaria cierto color que le representaria a Marya-Bien, donde quieres que te ponga la marca?-Decia sonrientemente ante ella- y por cierto, soy el maestro del gremio y el capitan de esta granciosa nave. Al ser miembro del gremio tendras que hacer una tarea en si para la nave. Puedes ayudarme a comunicarme si hay algun enemigo a la hora de que andemos volando o que quiera hacer algun tipo de daño en la nave por medio de un radar que tenemos, tambien puedes ser mi tabernera, o tambien la que pueda ayudar a limpiar la nave con otros mas compañeros que tendras. Tambien puedes ser la cocinera o lo que mas te guste y te agrade, pero ayuda con la nave me entiendes?-Dicho esto las cosas se habian aclarado mas al respecto.

Luego de que ambos nos pidiéramos perdón y él chico de no más de quince se presentara mi cara cambió drásticamente... “¿¡Éste es el maestro del gremio!?” en mi cara podía notarse la sorpresa pero eso no era lo que hizo que me vuelva posteriormente completamente pálida... sino que... ¡pretendía que me ponga a trabajar! ¿Yo? ¿Cocinera? ¿Chica de la limpieza? El sólo hecho de pensar en que podría romperme una uña hace que esté al borde de un desmayo, aún así trataba de mantenerme lo más tranquila posible aunque no funcionó y termine por hiperventilarme para que me fluya la sangre...
-Disculpa... ¿Qué?- cuestioné casi sonando ofendida porque en mis 17 años de vida ni siquiera regué una planta y mucho menos cocinar o limpiar, eso lo hacen los sirvientes. -Cocinar... limpiar... lo de la taberna puede ser pero con respecto al alcohol prefiero mucho más beberlo que servirlo...- digo con asco, casi con pánico imaginándome... trabajando... pero en mi modo de niña rica que jamás movió un pelo supe comprender algo, quizá un poco rebuscado... “¡Seguro mis padres tenían planeado esto! ¡Si! ¡Ellos sabían que iba a pasar esto! ¡Me pondrían a trabajar y por eso yo volvería corriendo a casa!” Exclamé para mis adentros y negué con la cabeza decidida, no, no va a pasar. Le dí la espalda a Dion para luego correr mi cabello a la derecha, bajar un poco la musculosa del lado izquierdo sobre mi hombro, cruzar la mano derecha sobre mi pecho colocando la palma suavemente sobre mi omóplato para mirarlo con ojos decididos, con una expresión realmente seria en el rostro.
-Voy a hacer cualquier trabajo, todos los trabajos...- digo de forma completamente seria sin pensar realmente en mis palabras, ya había llegado muy lejos como para volverme a mi casa y si ese era el plan. Haría todo para que no sea ese mi destino. -La realidad es que soy una completa inútil, torpe e imprudente como nadie... pero... puedo aprender.- digo con un completo sincericidio pero sin dejar de mantener aquellos ojos con mirada encendida, cualquiera que pudiese escucharme sabría que decir aquello no es una buena idea cuando se trata de aplicar a un lugar pero ¡es la verdad! ¡Tarde o temprano se iba a dar cuenta de que soy inútil para ese tipo de cosas!. Yo estaba decidida y convencida de que mi discurso fue bueno porque era sincero, además maso menos estaba penetrando mi mirada en la ajena... se podía ver en mis ojos la completa confianza que tenía en mis palabras y en mí misma, después de todo soy una mujer fuerte, puedo vencer cualquier reto que la vida me ponga en frente... incluso si se me rompen las uñas en el proceso.

Hacia con un rostro e exprecion para luego arquear la ceja para mirarla seriamente y a la vez con algo de molestia-Que?! no puedes hacer ni siquiera las cosas mas simples?, es muy sencillo y facil de hacer, o es que eres muy floja?-

Spoiler:

Me habia sorprendido mucho a la vez que la chica me decia que era mejor beber el alcohol entre otras cosas mas, la verdad empezaba a pensar en que era demasiada floja en lo que hacia, asi que sin decir nada observe mas su rostro, pues aunque su comentario me dejo atonito tambien me anime sin ya reclamarle nada- Bien señorita, entonces hara cualquier tipo de trabajo que sea en esta nave, ya que todos los que ingresan hacen algo por dicho gremio, me entiendes?-Teniendo el manos para estampar el sello del gremio, lo pege a su homoplato de la ajena para que se le sellara, en instante habia tomado su propio color y por fin teniamos otra nueva integrante en el gremio, por dentros me encontraba feliz y esto hacia que no hubiese ningun problema- Bienvenida seas al gremio- Decia sonriendo mientras escuchaba aquella joven de cabellos rubios del por que se encontraba de ese modo de no hacer nada asi que como si nada mencione lo siguiente.

No te preocupes por eso, te dire la verdad, aqui en el gremio la mayoria es ocurrente y les puede pasarle de todo, pero al final solucionan sus problemas y todo se encuentra bien. Te estoy diciendo solamente la verdad, asi que si vez algo raro que pasa o algo gracioso o ocurrente es normal, pero nunca dejan de haber sorpresas aqui, eso si te dire-Decia mientras me dirigia hacia atras de la barra guardando la estampa para sellar a los nuevo integrantes del gremio en su caja y ponerlo de nuevo en su lugar, asi que la mire sonriente para luego mencionarle lo siguiente. -Ya veras que en este gremio todos te caeran bien, tal vez uno que otra enemistad amigable, pero todo tranquilo.-

Sus palabras quedaron resonando en mi cabeza durante unos segundos: ¿soy floja? si, puede que sea cierto si me pongo a pensarlo... hay días donde levantarme de la cama no es una opción hasta que el hambre la gana a la pereza y me veo obligada a salir de la habitación para buscar comida así que si, podría decirse que soy floja pero mi problema con el trabajo no es necesariamente ese... creo... ¿lo es? ¿será sólo pereza? “¡No! ¡Por supuesto que no!” exclamé a mis adentros como retándome a mí misma, el motivo es el que expresé... ¡soy una inútil! Y la realidad es que me asusta la idea de trabajar porque... es algo que nunca he hecho, me molesta la idea de llegar a fallar pero ¿cómo sé que me irá mal si nunca lo intenté? No puedo saberlo; debo mentalizarme en positivo, soy una chica optimista después de todo... y trabajar no debe ser tan malo, aunque sea a las seis de la mañana no puede ser tan malo además el que más madruga a Dios ayuda, o algo parecido era.
Estaba tan sumergida en mi cabeza que casi no pude creer cuando él, Dion, me confirmó que debería hacer cualquier tipo de trabajo, me limité a asentir con la cabeza casi poniendo la misma cara que un perro cuando está desconcertado hasta que al sentir el sello en mi piel cambió completamente irradiándose de luz por la felicidad que sentí en aquel momento, en ningún momento sentí miedo, jamás se me pasó por la cabeza qué se sentiría ser sellada y tampoco sabría muy bien cómo describirlo, simplemente estaba hecho... mi omóplato tenía una hermosa marca de color marrón aunque al estar en mi espalda yo no podía verla. Me limité a sonreír cuando Dion seguía hablando, una sonrisa que prácticamente iba de oreja a oreja, no decía nada fuera del otro mundo tampoco...:
“Básicamente no soy la única idiota y seguramente le voy a caer mal a algunos pero todo bien” ¡Perfecto! ¡Entendido! ¡Es normal que la gente me envidie por ser yo! Porque... si les desagrado es por eso ¿cierto? Digo... soy bonita, inteligente, fuerte, adinerada, valiente, derrocho estilo y además soy una persona humilde... bueno, quizás no la última parte. ¡Lo importante es que estaba feliz! Finalmente pertenecía a un lugar por méritos propios, suponiendo que entrar y pedirlo sea un mérito... lo es, para mi lo es. ¡Fue una odisea lograr encontrar el gremio!
No pude evitar mantener la sonrisa feliz, hasta que terminó de hablar para lo que nuevamente lo estrujé entre mis brazos en un abrazo amistoso, es normal que las personas felices quieran abrazar gente después de todo.
-¡Gracias! ¡Gracias!- exclamé repitiendo la palabra casi inconscientemente mientras me separaba del abrazo para mirarlo a la cara. -De verdad, gracias por confiar...- dije e inconscientemente unas lágrimas comenzaron a brotar; estaba emocionada, es imposible no emocionarse en momentos así, me llevó tantos meses llegar a aquel sitio... ¿qué hubiese pasado si no me aceptaban? ¿hubiese vuelto a casa? En ningún momento me paré a pensar en qué hubiese pasado... pero ahora ya no importaba porque en mi espalda estaba el símbolo del gremio, oficialmente pertenezco a este lugar... yo.
-¡Hay que celebrar!- Exclamé automáticamente sin siquiera secarme las lágrimas para luego señalar con mi dedo indice la barra y luego llevarme el mismo dedo al mentón pensativa: -Aunque quizás sería bueno darme un tour por aquí... voy a perderme seguido...- afirme, la idea del tour no era para que no me pierda en el futuro sino más bien para darme una idea de por dónde iba a perderme seguramente en el futuro, es la realidad... soy distraída, seguramente me tome varios días... semanas... ¿meses? Saber dónde está exactamente todo en un lugar tan grande.

Aquel día como de costumbre, se paseaba por los interiores de la nave que era la base de su nuevo gremio, para conocer mejor el lugar y familiarizarse rápido con este, ya que siempre se sintió incómodo cada vez que al dar vuelta una esquina su mundo dejaba de tener sentido al no saber siquiera donde estaba parado. Además, así sería más útil en cualquier caso, digo, si algo pasara dentro de la nave donde se necesitara ayuda y él estaba libre, mejor sería saber a donde ir que pasar un buen rato perdido y al mismo tiempo perder la oportunidad de tender una mano a quien lo necesitaba.

-Me pregunto, ¿donde está el siguiente mapa?, acabo de pasar uno hace ya un buen rato...-

Pensaba para mis adentros mientras caminaba por los pasillos, con Sora revoloteando a mi lado, a veces a mi alrededor, otras veces solo siguiéndome el paso...parecía formarse una sonrisa en su felino rostro peludo, seguro estaba por decir algo...

-Te lo dije, estamos perdidos!-

Sip, ya sabía que iba a ser eso, siempre le encantaba llevarme la contra o ridiculizarme un poco, aunque no lo hacía tan a menudo, últimamente la pubertad le estaba pegando feo al gato. De todas formas no me enojaba con él, de hecho a veces era justo lo que necesitaba para distraerme un poco de mis pensamientos tan analíticos que siempre llegaban a resultados negativos, sin importar qué aún no tenía experiencia como para creer que algo en mi vida mejoraría así nada más, pero trabajaba en eso, al menos estaba vivo aún. Por eso agradecía la compañía de Sora, era como un timbre que me despertaba a menudo antes de llegar a una pesadilla en mi mente.

-Descuida, seguro encontraremos el camino, solo hay que seguir avanzando-

-Eh?!, no jodas...VENIMOS DANDO VUELTAS POR DOS MALDITAS HORAS!!!!-

Mencionaba poniéndose delante mío mientras flotaba haciéndose el enfadado.

-Y ocuparemos más si me sigues bloqueando la visión del camino, vamos Sora, tenemos que esforzarnos-

Mis respuestas no podían ser mas...neutrales, realmente no se me daba muy bien entrar en conflicto emocionalmente con otra persona, a menos claro que por casualidad del destino esta tocara un tema profundo de mi accidentalmente y activara el interruptor del demonio dentro de mi...pero, con frecuencia lograba controlarlo antes de cometer una gran equivocación.

Así, solo seguí avanzando hasta escuchar algo de ruido cerca de la taberna (si, al menos sabía muy bien donde quedaba ese lugar....¿qué esperaban?, hay comida, no lo digo por mi sino más bien por...Sora!), lo que indicaba que habían personas cerca, miembro de gremio de seguro, al menos no me imaginaba otra cosa. Hoy iba con mi camisa negra de mangas cortas que mostraba mi símbolo familiar a mis espaldas, el short blanco que por poco pasaba mis rodillas, y las botas negras. Al acercarme un poco más al dúo de más adelante, logro divisar a una chica rubia y a otro niño más pequeño a su lado...la chica en particular parecía especialmente animada por algo.

-Buenos días-

Menciona aún estando a veinte metros y acercándose, a ellos dos.

-Ohayou!!-

Saludaba tan animado como siempre el gato volador.

sonreia alegremente al ver la mujer tan entusiasmada que hasta sentia que el ambiente se volvia alegre alrededor, eso causo que cerrara los ojos y hiciera dicha accion, no obstante me estrujo haciendome abrazar y sin querer habia sentido sus pechos haciendo que me sonrojara de las mejillas y me sorprendiera teniendo asi los ojos en blanco por la sorpresa que me habia dado comicamente-tagh-hecho esto disfrute de aquel abrazo calido del cuerpo ajeno para luego asi dejar que ella me soltara-no a sido nada Marija-me sobaba un poco la cabeza mientras que mis pelos punteagudos picaban a veces mi cabeza.

Estando en la barra del bar, me la quedaba mirando con algo de curiosidad causando que entonces sonriera un poco y le mencionara lo siguiente-si quieres te hago conocer toda la nave y por sobre todo donde se encuentra el capitan manejando dicha nave, hay que aprovechar ahora que los miembros de Orion Zodiac estan ausentes, y podria ser que conozcas uno que otro nuevo por aqui cerca-Mostraba mis diente poniendo mis manos sobre la cintura, hecho esto notaba que otro miembro se presentaba a nosotros, no era nada mas ni nada menos que Leonhardt-Buenas joven Leonhardt, que tal?-Decia para luego despues acercarme a lado de Marija-Vamos a dar el tour en la nave para que conozcas el lugar, es demasiado grande asi que no te pierdas-le giñaba el ojo en simbolo de que me estaba comportandome genialoso con las personas a mi alrededor asi que desde ese momento empezariamos a divagar en la nave.

Al oír voces desconocidas y que mi acompañante, a su vez, mencionase un nombre volteé a mirar de quién se trataba. Al verlos mantuve una sonrisa cálida en el rostro pero examinando sin ningún tipo de disimulo al joven que acababa de llegar a la taberna no pude evitar pensar en voz alta: -¿Por qué todos acá se visten tan extraño?- cuestioné con una honestidad brutal para luego mirar a Dion quien, efectivamente, también llamaba mucho la atención con sus vestimentas; aún así me arqueé de hombros, no es como si realmente me interesare si se visten bien o mal después de todo... aunque casi al micro-segundo, cuando fui consiente de haber hecho ese comentario en voz alta y lo cruel que pudo haber sonado reí para aligerar la tensión y caminé... más bien troté... hacia los recién llegados para luego cambiar completamente de tema saludando y presentándome:
-¡Buen día!- Exclamé animadamente para luego abrazar fuertemente al joven y a continuación abrazar al gato también, quizá hasta hundiéndolo contra mi pecho por la ternura que me generaba aquel bichito volador.
-Mi nombre es Marija Dvorac pero pueden decirme Mari.- aclaré soltando al animal pero aún sonriendo con bastante naturalidad, haciendo como si nada hubiese pasado y luego volver a mirar a Dion para decir que sí con la cabeza.
-¡Seguramente voy a perderme!- exclamé manteniendo la sonrisa, nuevamente, siendo brutalmente sincera y luego reír de forma femenina. -Igual no es ningún problema, estoy acostumbrada a esas cosas, en casa cuando solía perderme simplemente me abría camino y listo.- continué con inocencia completamente relajada y mirando un poco los alrededores pero mientras más miraba, más comenzaba a entrarme la duda pensando en el qué tan peligroso podría llegar a ser ponerme a tratar de abrirme camino en un lugar completamente tecnológico... y peor aún en el caso de que estemos en el aire... podría causar una catástrofe aún peor que siempre. O sea, explotaríamos y moriríamos todos: “Mejor... mejor no.” pensé mordiéndome el labio inferior ante la idea imaginando el cómo sería esa escena y empalideciendo un poco para luego negar con la cabeza sacándome la imagen mental, seguramente quién no fuese yo al verme pensaría que estoy un poco demente por las expresiones cambiantes y repentinas que suelo tener, pero soy así, no puedo negar que soy expresiva. -En fin, ¿comenzamos con el tour?- cuestioné concentrándome en lo que importaba... ya sabía dónde estaba el alcohol... ahora había que saber dónde tenemos las aguas termales y lo primordial dónde demonios está mi habitación.

Finalmente habíamos llegado al lado del joven de cabellos negros y una rubia a la cual no había visto nunca en este corto tiempo desde que había sido aceptado en el gremio...bueno, al joven tampoco lo había visto antes, no es como si me hubiera tomado la molestia de conocer a todos y cada uno de los que eran parte del gremio. Claro que el hecho de que aquel supiera mi nombre si me pareció extraño, ¿no es como si fuera algo tan raro ver a un nuevo integrante como para andar sabiéndose el nombre tan temprano no?, bueno, yo no entendía de esas cosas igualmente, para mi, en aquel viejo gremio oscuro todos éramos peones en un inicio y tu vida no le importaba a nadie. Solo si eras fuerte o hacías grandes logros comenzabas a tener valor en aquel grupo, por lo que no sabía si en otros era similar o igual, incluso distinto.

-No esperaba que supieran mi nombre tan rápido, aquí todos se conocen supongo-

Me cruzo de brazos algo absorto en mis pensamientos, hasta que un enérgico buenos días me trae nuevamente a la realidad, donde un movimiento físico hizo aumentar mis revoluciones como si estuviera reviviendo algo que me traía algunos malos recuerdos a mi mente. Estuve por reaccionar antes de que ella me abrazara, pero Sora capta enseguida que el movimiento de ella no era seguro, así que se interpone entre ambos para ser apachurrado por ella y su par de dotes. Yo por mi parte solté un ligero suspiro, Sora le había escudado antes de que se me diera por reaccionar automáticamente y defenderme del acercamiento repentino de ella.

-Como dijo el niño, mi nombre es Leonhardt-

Miré entonces a aquel que extrañamente me conocía.

-Y gracias, estoy bien, recorriendo el lugar para conocerlo mejor-

Mi tonalidad siempre era serena, aunque solo parecía ser amabilidad pura sin ninguna emoción por detrás, lo que podía darle cierto sentimiento de vacío a mi hablar. Y cuando Sora se libera del agarre de quien se presentaba, Marija, vuelve revoloteando a mi lado para sentarse en mi hombro derecho.

-No se olviden de mi!, mi nombre es Sora!-

Ah si, me había olvidado de presentarlo, ya que él estaba ocupado siendo asfixiado entre dos bolsas de aire y no pudo hacerlo por si mismo. Aún así, se mostraba animado como de costumbre, y relajado por haber evitado que yo hiciera una imprudencia. Yo le miré de reojo a los ojos.

-Gracias Sora, me salvas de nuevo-

Y como si este pudiera leer mi mente, prueba de que nos entendíamos bien a pesar de mi extrema neutralidad.

-(De nada Leon)-

Escuchando el tema de conversación del que hablaban aquel dúo, una idea se encendió en mi cabeza, iluminando la oportunidad que no podía perderme el día de hoy. Levanto una mano lentamente, para llamarles la atención a ambos.

-¿Podría acompañarlos?, también estoy tratando de conocer al completo esta nave-

Esperaba que no les molestara mi intromisión en el paseo, y pudiéramos junto con Sora recibir ayuda para conocer mejor la base general del gremio. Lo único que en si aún me preguntaba, era como tanto la chica como el niño no habían reaccionado a mirarme extraño por los ojos de color sangre con las magatamas negras que tenía, ya que normalmente esos me traían problemas con las personas de los pueblos.

Miraba aquel sujeto de cabellos negros pues claro que sabia cual era el nombre de cada quien y por supuesto sabia de quien se trataba, sin embargo Aldair me habia informado que era un demonio y que al parecer tarde o temprano mostraria su verdadera naturaleza, tendria que tener mucho cuidado si llegase a suceder tal tragedia. No obstante la chica pedia que comenzaramos el tour causando que la obserase por un momento y le mencionara lo siguiente.

A claro! por supuesto, vayamos a dar el tour en la nave, para que la conozcan-sonreia en ese preciso momento para asi ir hacia adelante, por lo cual primero decidi mostrarles la cancha de basquetball, futbol y voleybal que incorporaba la nave. Asi que primero habia estado dirigiendoles a unos cuantos pasillos pero en lo que llegaramos-Si se que la nave es algo grande, pero por si no se habian fijado, arriba de cada pasillo dicen las flechas y direcciones de cada seccion al que te llevaran, primeramente vean arriba-Mostre una señal en el cual decia Sala de deportes 1, en el cual como antes mencionado tenia planeado mostrarles-En la sala de deportes 1 encontraran una seccion en el cual pueden jugar lo que se les antoje-Dicho esto habiamos llegado a nuestro destino, si, ahi andaba la cancha de voleyball puesta con la cancha de basquetball con su largo y amplio lugar que tenia dicho cuarto-Aqui pueden jugar esos dos juegos, pero hay otra cosa mas que pueden hacer-Me dirigi entonces a uno de los costados del cuarto para asi apretar dicho boton, inmediatamente como si fuese una maquina cambiaba de cancha causando que se partiera en dos y se levantara el otro, era nada mas ni nada menos que una cancha de futbol con unas cuantas pelotas arrombadas ahi que se podian apreciarse- ahi lo tiene, una cancha de futbol, aunque para serles sincero yo soy malo jugando deportes-me sobaba entonces un poco la cabeza sonriendo ante lo dicho, y si que era malo, pero cuando me invitaban ciertos miembros iba a jugar aunque me tropesara o llevara mal dicho balon.

Cuando comenzamos a caminar por la nave todo parecía sorprenderme, mi cara en ese momento supongo que podría asimilarse a la de un niño pequeño que por primera vez está en una dulceria por lo que realmente no le prestaba atención a lo que Dion estaba comentando, tampoco le prestaba atención a los otros dos... Ya de entrada sabía que sería un lugar enorme pero... -¡Esto es incluso más grande que mi casa!- exclamé entusiasmada como terminando a los gritos lo que estaba pensando mientras el pequeño jefe nos llevaba por ahí señalando los carteles que se encontraban y mencionando que con ellos podríamos guiarnos un poco, si, supongo que es útil que haya carteles... Hasta una chica rubia como yo es capaz de saber que si el cartel dice “Sala de deportes” ahí dentro habrá justamente una sala de deportes.
Entramos y, al hacerlo, vimos la enorme sala preparada tanto como para realizar voley como basket, y al momento en que una cancha de fútbol salió del suelo mis ojos brillaron de entusiasmo, me emocionaba saber que el lugar estaba preparado para actividades deportivas pero personalmente nunca fui muy buena que digamos para hacer cosas en equipos... mucho menos deportes... no tengo paciencia con aquellos que no lo hacen bien, yo amo ganar así que salvo que estén en mi equipo, mientras peor jueguen mejor, no hace falta que sea justo... ganar es todo, por eso dirigí mi mirada fijamente a Dion quien comentó no ser bueno en ellos, ya había notado que su resistencia física no era la mejor al momento de llegar al gremio... llegó completamente agotado y no habrá corrido más de cinco minutos, aunque claro... debo comprender que no todo el mundo tuvo los entrenamientos e instructores con los que yo conté gracias al poder adquisitivo de mis padres. -Si... se nota que los deportes no es lo tuyo...- comenté por mis previas deducciones pero sin sonar descortés, luego miré a Leonhardt para luego ladear la cabeza, él directamente no parecía una persona muy deportista que digamos aunque siendo sincera yo tampoco parezco una chica muy deportista que digamos por lo cual me vi con la necesidad de aclararlo: -Por mi lado los deportes se me dan excelentes...- comento sonando presumida y si, no voy a negar que lo quería presumir. -Aunque es muy molesto jugar con personas que no lo hacen bien... detesto perder y más si es por errores ajenos.- digo con toda la naturalidad y volviendo a mirar a Dion, casi de una forma automática, como dándole a entender algo pero no con maldad, quizá haya sonado feo pero yo rara vez digo las cosas con la intención de herir, luego miré a los otros dos ya que al ser un gato y una persona sin pintas deportivas era difícil saber exactamente: -¿Ustedes qué tal? ¿Son buenos o malos?- cuestioné con tranquilidad.