Comiendo pockies en el bosque [Priv] [Rairikuro Takayuki]

Por primera vez en mucho tiempo, hoy no estaba acompañado ni de Kuro ni de Inu, algo raro y sobre todo mas considerando que estaba en el bosque solo. Alguien tímido, cobarde y miedoso como yo, estaba en un bosque solo y sin compañía de nadie. La única explicación lógica de todo eso, era que me gustaban los animales y aunque no lo pareciera me gustaba observarlos y acariciarlos si me dejaban pero nunca tenía el suficiente valor como para acercarme a alguno. Pero el solo verlos realmente era suficiente para mí, así que no había ningún problema en ello, aunque, a veces, me hubiera gustado acercarme mas a uno y abrazarlo.

Iba vestido con ropa cómoda supongo para pasear por esa zona. Una camiseta negra y unos pantalones blancos, no había nada más, solo eso. También llevaba una caja de pockies creo que se llamaban, unos palitos cubiertos de chocolate y que tenían bastante buen sabor, en uno de los bolsillos del pantalón. El bosque estaba lleno de árboles con hojas verdes que apenas dejaban entrar un mísero rayo de luz solar. Además, había un camino de tierra que era para hacer un paseo y luego el resto del suelo era tierra algo desnivelada supongo, no sabía exactamente como describirlo.

Saqué un pockie de la caja de mi bolsillo y empecé a comerlo mientras caminaba por el camino. Veía algunos animales, como pájaros o ardillas, pero no mucho mas. Si Inu hubiera estado aquí seguramente hubiera matado a cualquier animal que se me hubiera acercado, aun sabiendo lo que me gustan. Vale, se que a veces hace algunas cosas por mi bien, pero se pasa de sobreprotector en ocasiones. Y luego estaba Kuro, él no hubiera hecho algo como Inu, pero quizás me hubiera vaciado un cubo de miel robada de algún nido de avispas y hubiera tenido que empezar a correr mientras me perseguían las avispas.

Los dos daban problemas, si, pero aun así eran amigos y no podía hacer otra cosa salvo perdonarlos, ¿no? Además, si me pasaban cosas como esas era porque era demasiado débil, por eso uno me estaba gastando bromas y el otro se pasaba protegiéndome. Después de soltar un suspiro, algo que rara vez hacía después de pensar en mis dos amigos me desvié del camino de tierra y empecé a adentrarme por el bosque. Seguí caminando hasta que llegué al claro del bosque, era un lugar bonito, lleno de hierba al contrario que la otra parte del bosque y con un árbol un poco mas alto que el resto.

Ahora que lo pensaba, también era cierto que hacia tiempo que no dormía demasiado bien. Quizás era una buena idea echarme una pequeña siesta allí, además, según lo que sabía los únicos animales que habían por ahí eran inofensivos. Me acerqué al árbol y me senté en el suelo, recostando mi espalda en el tronco y cerré los ojos para caer dormido un rato.