El verdadero camino a la libertad (Priv.Alibaba)

Aquel Sábado por la mañana, una joven de cabellos rojos como el fuego y ojos similares, despertaba en el gremio de Fairy Tail, un tanto agobiada y asustada puesto que, hacía varias noches en las que soñaba con su pasado, su grupo había desaparecido de la noche a la mañana, aquellos guerreros, los aclamados Fanalis, ya no estaban allí, a pesar de ser parte de ellos, Morgiana era al parecer, la única sobreviviente de todo lo que había ocurrido.
No se sentía con las fuerzas suficientes para realizar una misión, quería dedicarse un día a ella misma, por lo que, tras levantarse de la cama, hizo su típico ritual mañanero, ducha-vestimenta y desayuno, aunque no tenía demasiada hambre. Se atavió de un vestido blanco con un lazo del mismo color en la cintura y unos lazos en zig-zag que estaban en sus piernas hasta casi llegar a sus rodillas, junto a los brazaletes con cadenas que siempre llevaba consigo y un colgante, ató un mechón de su cabello formando una coleta y finalmente estaba preparada para salir del lugar.

La chica Fanalis salió del gremio adentrándose en las calles de Magnolia, observando todo con cautela puesto que aún se sentía un tanto asustada por los continuos sueños de aquel que la tuvo retenida como esclava unos años atrás, realmente, odiaba recordar ese tiempo, tan solo quería ser libre aunque sus propios pensamientos parecían no dejarla, cosa que la hacía sufrir más, ¡Cómo de cruel podía ser la mente humana! ojalá pudiera escapar de aquellos pensamientos como pudiera pero, bien sabía la pelirroja que era algo difícil ya que, aquello por lo que había pasado no se podía olvidar de la noche a la mañana.
Tras varios minutos caminando, ya había llegado a la zona comercial, donde recordó que no había desayunado, por lo que debido a aquel despiste suyo, sus mejillas tomaron una tonalidad rosada por un descuido por lo que, se acercó a un puesto de frutas donde compró una manzana para el camino, aunque el hombre que atendía dicho lugar, le dio otra más, la pelirroja estaba acostumbrada a ello puesto que cuando podía ella misma recolectaba la fruta.
Una vez que compró lo que necesitaba, caminaba entre los puestos tratando de despejarse de aquellos pensamientos cuando sintió como una mazorca de maíz cayó sobre su cabeza por lo que, se agachó para recoger la pieza del alimento el cual no tenía ni un grano del maíz que debería, por lo que se puso en pie dándose la vuelta para tratar de encontrar con la mirada aquel quien había lanzado la mazorca donde ella se encontraba.

Estaba yo en el gremio de Orion Zodiac, no sabia realmente que hacer ni por donde ir en ese momento, como siempre andábamos cerca de Hargeon lugar donde seguramente normalmente se situaba la gente para poder vender su mercancía entre otras cosas mas, estaba realmente aburrido y por lo tanto había decidido irme a afuera para checar que era lo que me encontraría de bueno.

Seiguiendo hacia la estación de trenes pude entonces adentrarme para asi dirigirme a Magnolia, tal vez encontraría algo de bueno e interesante en el cual pudiese haberme divertido puesto que al hacerlo miraba la ventana para ver el paisaje que tenia enfrente. Veia como entonces los arboles pasaban en un abrir y cerrar de ojos gracias a la velocidad en la que iba el tren y no solo eso si no que las montañas nevadas que se observaban a lo lejos se veian geniales, con tan solo pintarlos en un cuadro y venderlos en un instante, desgraciadamente yo era malo pintando por lo que decidi mejor no involucrarme en ese tipo de cosas.

Al llegar a mi destino pude notar que había algo de gente, era de dia y el sol resplandecía como si fuese a tener mucho calor cosa que estaba templado ni tan frio pero tampoco tan caliente para quedarte asfixiado de lo caluroso que estaba, aunque claro si era asi el caso mejor vestirme de egipcio de una buena vez y ponerme mi mascara. Claro no tenia esto puesto pero de cierto modo me habían dado ganas de ponérmelo, no quería que ninguna persona me reconociera en lo absoluto y por que?. Tal vez por que me daba pena pero la cosa no era asi.

Segui hacia adelante para poder observar que me encontraba hasta que quede fascinado con unas masorcas que me habían llamado tanto la atención quedando con la boca abierta y sonriendo alegremente, asi que decidi comprarme unos. Al hacer esto caminando entre la gente en el mercado cheque mis bolsa que tenia lleno de masorcas, no obstante vi uno que estaba mal por lo que no dude en lanzarlo hacia arriba sin que entonces me diese cuenta que le había golpeado a una joven de cabellos rojisos pero sin percatarme segui hacia adelante como si nada hubiese pasado, haber que podría hacer con estas mazorcas que parecían ser buenísimos para comer o freirlos.

La muchacha buscaba con la mirada al responsable de que aquella mazorca.. observándola más detenidamente... "putrefacta". Afortunadamente, debido a que pertenecía a aquel clan, su olfato estaba desarrollado hasta que sintió el olor del que al parecer lanzó aquel alimento sobre su cabeza por lo que entornó sus ojos levemente mientras caminaba, tal vez fuera una imaginación suya pero, podía notar como su propia aura se volvía roja por el golpe recibido y consecuentemente, un poco de rabia por aquello.

Con cierta rapidez, sus orbes distinguieron a un muchacho con ropajes egipcios, rubio y que al parecer, portaba una bolsa con más mazorcas de maíz. La Fanalis se acercó guardando silencio mientras varios transeuntes se hacían a un lado, conocían a la muchacha, siendo de aquel clan no pasaba nada pero... del gremio de Fairy Tail... pensaban que probablemente acabaría en problemas. Morgiana aceleró un poco el paso abriéndose entre los demás hasta situarse a espaldas del rubio a quien tomó de aquella tela, con cuidado mientras la otra sostenía la mazorca que le había caído en la cabeza.
-Creo que esto es tuyo.-Decía la pelirroja con sequedad en sus palabras mientras le devolvía la mazorca.-Ten cuidado donde lanzas comida, no soy una papelera.-Dijo cruzándose de brazos con seriedad.

Ella era así, después de todo, los Fanalis eran conocidos por su franqueza y seriedad, aunque tal vez siendo de aquel gremio, no la tomarían tan enserio puesto que siempre pasaba algo que acababa entre regular y tirando a desastre.

Seguia caminando entre la gente dándome paso en mi propio camino, nada malo pasaba ni nada malo ocurria, tan solo sonreía y seguía hacia adelante, cantaba una canción que hace un poco de tiempo había escuchado en ese instante. La gente me miraba raro, tenia inconcientemente mis ropajes egipcios y no obstante ya me iba poner mi mascara de alcohon cuando derrepente una presencia apareció por mi espalda siendo que me diese unos escalofríos inmensos, mis ojos se volvieron mas pequeños y mis dientes se mostraron en instantes. Voltee y era una joven chica de cabellos rojisos casi con un tono rosado, sus cejas parecía que tenia lineado al estilo de los egipcios y notándose asi como un rostro de enfado causando que la mirara con algo de nerviosismo.

-A a a hola- Reia un poco con pena y momentos después tomaba la mazorca, el mismo que había lanzado que no parecía ser tan bueno para comer en un platillo o en lo que fuera.-Lo siento no fue mi intención….-Pude notar como la joven muchacha bufaba sus cachetes, si realmente estaba molesta pues no sabia que estaba mal ella y no obstante decidi arreglar este pequeña molestia siendo que me acercara un poco mi rostro y tuviese mi mano aun en la nuca, sonriendo y cerrando asi de la vergüenza que me estaba dándome-Este…no quieres algo a cambio?, no se…un dulce, una comida…algo que quieras-Hacia señas con mis brazos como queriéndole decir que si a donde íbamos o nos dirigiéramos, asi que espere su respuesta de aquella joven.

La muchacha bufó leve sus mofletes puesto que obviamente le había molestado aquel acto tan común, aunque solía darse más en niños pequeños que no sabían las normas en las calles, era algo básico, eso lo sabia muy bien. Soltó la tela del traje del rubio aun con el ceño fruncido cuando este se hubo disculpado por lo que había pasado, Morgiana no podía dejar que eso volviera a pasar, pensaba que lo que decía eran sólo palabras a pesar de ver que el muchacho parecía hablar en serio, a ella le costaba confiar en los demás después de todo.
Cruzó sus brazos para tratar de calmarse aunque su rostro seguía denotando bastante seriedad, la habitual en la joven Fanalis.
-Da gracias a que no te la haya lanzado a la ccabeza- Dijo para después dejar escapar un pequeño suspiro.

La joven pelirroja parpadeo unas veces tras escuchar la propuesta del contrario, dispuesto a arreglar aquello, simplemente, ella negó con la cabeza unos segundos.-No, sólo ten más cuidado donde lanzas comida, chico, no todo el mundo se detiene a hablar, ¿Sabes? -Preguntó volviendo sus ojos normales después de estar frunciendolos.-Ten más cuidado la próxima vez.-Tras ello, volvió a dejar los brazos a ambos lados de ella aunque su rostro seguía igual de serio.

Tan solo notaba como aquella chica de cabellos rojizos se quejaba un poco bufando los cachetes, si era muy extraña la misma y daba un poco de miedo, no sabia que hacer y por lo tanto en la sien una gota de pena se me salía causando que me pusiese algo nervioso y buscara la manera de bajarle ese estado tan serio, que debía hacer? Que es lo que haría ahora que la chica estaba molesta, no era bueno y por lo tanto segui mirando por mis alrededores para saber que era lo que me podría encontrarme, no obstante corri hacia donde estaba un puesto de mangos para asi poder comprar uno y correr inmediatamente donde estaba ella y dárselo para asi darle una pequeña reverencia.

-tomalo por favor, por lo que mas te pido, ya no estes bufando los cachetes con molestia, no quiero verla asi-Dicho esto mire con unos ojos justos y expresivo rostro de que realmente eso quería, no lo quería para fastidiarla ni nada en lo absoluto simplemente eso era lo que pedia mi corazonada.

Hecho esto voltee hacia atrás y levante mi saco de mazorcas para dirigirme en las afuera de la ciudad y alzar mi mano derecha y decirle amablemente- Bueno, cuidate, tengo que hacer algo con esta comida-Decia esto mientras me retiraba, no obstante al ya no estar tan cerca de la ciudad donde me encontraba y sin tanta gente decidi ponerme el casco de Horus y irme a un cierto callejón, pues a la vez con cierta lacryma que tenia en mi mano pareciendo un celular me mencionaban que estarían cierto grupo de mi mismo gremio esperando el lugar, aunque, por que en un callejón?, no me agradaba nada en lo absoluto, tal vez y mi jefe con sus locuras de que iba hacernos cierta prueba y por lo tanto teníamos que pasarla, esto lo hacia de vez en cuando…Tal vez lo hacia para preprarnos de cualquier situación o algo.

-Espero que el jefe no me tienda una trampa….como le a hecho a los demás compañeros mios-Decia esto para asi ver que tan solo eran unos niños que necesitaban comida, eran unos niños pobres y cuando vieron mi saco de masorcas de inmediato fueron conmigo para asi darles de comer a los mismos. Tenian una cara de hambre que me había compadecido y no obstante me dijeron lo siguiente- Eres el señor Horus?-Con pena y sonrojo dije lo siguiente-Aaa este…si por supuesto-sonrie pero tras mi mascara no se me notaba siendo que rieran y se fueran con el saco-ahora que comeré?-Despues otra vez la lacryma que era como tipo celular sono y me dijo que después me pagaría para asi comprarme lo que quisiese para comer. Frustrado con lo que me había dicho el jefe de gremio quede tembloroso y por un momento completamente triste y fatal causando que imaginariamente cayera en un remolino bastante oscuro-Por queeee!-Decia poniendo esto en mi cabeza.

Mire por un instantes a los niños y sonreí por lo tanto había decidido entonces retirarme sin saber que tal vez me encontraría de nuevo con esa persona.

La pelirroja estaba un tanto molesta por aquello, era algo normal al fin y al cabo es decir, ¿cuantas veces te han lanzado una mazorca, aunque fuera por accidente? La joven Fanalis estaba a punto de dar media vuelta (de echo fue lo que hizo) para irse de nuevo al gremio pero escuchó entonces al rubio por lo que, volvió sus pasos clavando la vista en el mango que le ofrecía. Frunció un poco el ceño ante la insistencia del contrario por lo que, tomó la fruta entre sus manos un tanto extrañada.

No pronunció palabra alguna, de un modo u otro estaba un tanto extrañada por la acción del otro a pesar de que ya le había dicho que no hacia falta que le entregara nada por lo que dejó escapar un pesado suspiro. -Esta bien, no insistas más.- - Tras aquello vio como el rubio se alejará del lugar por lo que volvió a dar la vuelta para así volver a caminar ¿donde? No lo sabia, tan solo quería despejarse de estar haciendo misiones por un día.

Sus pasos la llevaron a las afueras de Magnolia, allí la gente se detenía para ver a la pelirroja descendiente de aquella estirpe tan fuerte, los Fanalis. Observaba el mango que aquel muchacho le obsequió cómo disculp.  Por cosas de la casualidad tal vez, observó a un grupo pequeño de niños pobres con un saco de mazorcas de maíz, parpadeo unos segundos viendo a unos metros de distancia a aquel muchacho con la máscara de un dios egipcio.-Horus..-susurró un tanto sorprendida pero sin dejarlo mostrar en su rostro, serio como siempre. Retomó sus pasos hacia el contrario hasta detenerse frente a el, teniéndole la fruta de antes. - Esa fue una buena acción.-Decía simplemente a la espera de que tomara la fruta.

Seguia caminando rumbo hacia las afueras de Magnolia, vaya que mi jefe de gremio si que era bastante listo y nos tenia checados…o eso era lo que pensaba, siguiendo a mi paso hacia las afueras para ver que mas podía y tal vez mejor comprar mi comida en otro sitio sin que otra vez saliera con otra cosa Aldair. Mas sin embargo la chica de cabellos rojisos otra vez se había presentado frente a mis ojos para asi devolverme el mango que le había obsequiado, pero con una mano le indique lo siguiente-No, yo te lo obsequie, no me lo devuelvas-Escuche lo que me había dicho y tenia una voz seria a la vez, por lo tanto andaba haciendo mi papel de ponerme en ese estado de seriedad como antiguamente lo hacia en aquella dimensión o planeta.

Sobre los niños…no me lo esperaba asi que les di esas mazorcas para que se los comieran-observaba por detrás como desde lejos los niños se veian felices y contentos con las mazorcas en sus manos mientras que uno que otro jugaba con ellos, tan solo sonreí y mire hacia enfrente. Pero algo me inquietaba, como ella sabia que yo era ese chico de cabellos rubios con ojos de avellana que tras esta mascara se podrían mostrarse-Dime, como sabes que soy el mismo chico que me encontraste en el mercado?, esta mascara hace que puedas confundirte con cualquier otra persona. Decia para luego después con el brillo de la mascara donde se situaban los ojos de aquel halcon brillaran como si fuese un diamante o un rubi.

Espere su respuesta dado a que ella no podia ver mi rostro pero por dentro tenia dudas y no solo eso, la miraba con curiosidad aunque por fuera pareciese que hablaba con seriedad. Decidi entonces mejor llevármela a comer en algún sitio, ya que tambien a la vez era algo incomodo que nos quedaramos parados en medio de la calle.-Ven conmigo vayamos a un lugar donde podamos tener una conversación-Hecho esto le tome la mano con delicadeza y sencilles para asi seguir conversando un poco mas y no estar con algo de incomodes.

La pelirroja esperó paciente a que el ahora (rubio) con la máscara del dios Horus, aceptase la fruta que (en efectivo) el contrario le había obsequiado unos minutos atrás, pero, para su sorpresa la rechazó haciendo do a la Fanalis parpadear varias veces, por lo que volvió a guardarla en una bolsa en la que, recordó que tenia varias manzanas que había comprado en el comercio- Bueno, pues, ten esto entonces.-Decía entregándole una de las piezas de fruta-

La muchacha escuchó cada una de sus palabras y dejó escapar un pequeño suspiro dando a entender que había entendido lo que pasaba.-Ya veo,¿ una misión eh?-Cerró los ojos por unos segundos hasta que escuchó su pregunta, volvió a abrirlos y señaló la bolsa de mazorcas que llevaba uno de los niños que iban en grupo.-Además, eres el único que viste en estilo egipcio por estos lugares.-Decía sin importarle el brillo de los ojos de la máscara o la voz seria que descubría tras esta.-

Iba a dar media vuelta para volver al gremio cuando el contrario le tomó de la mano, por lo que, volvió la cabeza a verle y parpadeo varias veces.- umm... -Bufó un poco los cachetes.- Esta bien, pero, quítate la máscara ¿si? Se me hace raro hablar así..-Decía con un leve suspiro.- y.. Ya puedes soltarme la mano..

Dando paso hacia un lugar donde pudiésemos estar a gusto sin ningún problema y que todo se encontrase bien. Aquella muchacha sin fijarme había inflado los cachetes pareciendo asi una bebe tan tierna y agradable que desgraciadamente al estar centrado en mi propio objetivo no pude verlo con mis propios ojos, tenia los ojos fruncidos y esto hacia que no la viera nada en lo absoluto. Mi cuerpo y mis piernas hacían notar gran parte del mismo como andaba completamente entrenado y por supuesto como estaba realmente formido causando que toda aquella mujer que me viera pasar le causara un poco la atención, no solo eso si no que por la mascara hacia ver que aun me mirasen. Sin embargo no me importaba en lo absoluto hasta que misma peli roja me informaba que me quitara la mascara y por lo tanto me quedaba quieto por un segundo para mirarla-…te das cuenta que…hay chicas observándome?, no te das cuenta que…llamo mucho la atención…y si me quito la mascara-mire a todas las que me notaban y uno que otro chico que tenia a su lado se ponían celosos por lo tan atrayente y misterioso que era que esto había causado nerviosismo en mi-…escucha, me lo quitare, pero cuando lleguemos al lugar perfecto para estar, entiendes?-Dije poniendo la mano y señalando con el dedo índice hacia arriba, asi que me gire y segui caminando hasta llegar a un cierto restaurante que se encontraba a las cercanías de la catedral de Kardia.

Por afuera del mismo se encontraban unas mesas de cristal a la vez sostenidas por un fierro de color blanco para que al a hora de poner los platos en la superficie no cayera el mismo y se rompiera o algo le pasara, mientras que las sillas eran del mismo color de blanco con un paraguas que hacia cubrir la parte de arriba en toda la mesa redonda del mismo.

Agarre y tomaba la mano de la chica de cabellos rojisos para asi tomar con la otra mano la silla y arrastrarla para que ella pudiera sentarse. Terminando tambien hice lo mismo pasándome para el otro lado y sentarme sin ningún problema y acomodándome. Lleve entonces mis manos a mi casco y me lo quite siendo que lo pusiese a un lado mio y se me mostrara por completo mi rostro sonriente y brillantesco. Toda chica que me había visto de inmediato le dio un derrame en la nariz cayendo asi al suelo por lo que habían visto, la ventaja es que fueron minimas ya que las demás no se habían dado cuenta de esto de las que no se habían volteado a verme- Listo, vamos a comer un poco!-Decia animadamente.

La muchacha no tuvo de otra que seguir al contrario mientras este caminaba hacia algún lugar más tranquilo para conversar. Desbufó los cachetes para después mantener aquel semblante tan serio que caracterizaba a la Fanalis y que intimidaba a más de uno ya que no se sabía por donde podría salir aquella fuerza bruta de la muchacha.
Detuvo su caminar al ver que el contrario lo hacía primero para verla, escuchó cada una de sus palabras y volvió su cabeza viendo a la muchedumbre que en la mayoría eran féminas que veían al "rubio" que estaba con ella, volvió su vista a este y asintió con la cabeza.-Entendido, pues, no habrá problema.-Decía con tranquilidad la joven pelirroja.
Aún así sabía que había chicos por el lugar viendo a ambos con no muy buenos ojos con respecto al acompañante de la joven, no le importó, es más ignoraba aquel echo.

Nuevamente retomó la marcha siguiendo al otro hasta llegar a un restaurante cercano en la catedral de Kardia, entró dentro siendo dirigida por el otro, hasta llegar a una mesa donde el contrario apartó una silla y la ayudaba a sentarse. Una vez sentada, miró el lugar un segundo con atención, debía tener cuidado por si alguien reconocía que era una Fanalis y se la llevaba de allí, aunque podía estar segura puesto que las pocas personas que allí estaban ya las conocía y sabía que no le harían daño. Volvió su vista nuevamente al otro cuando se quitó la máscara dejando ver al chico rubio de antes, parpadeó unos segundos para volver su vista a las chicas que estaban tendidas en el suelo. Una gota apareció tras su cabeza y asintió con la misma tras escucharle.-¿Siempre pasa esto?.-Preguntó refiriéndose a lo de las chicas.

Alibaba no se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, como siempre el chico era tan distraído que ni idea de que había hecho romper corazones y a unas derramarle sus nariz con sangre dejándolas desmayadas en el suelo.

Seguia como si nada pasara y sonriendo normal hacia aquella joven de cabellos rojizos, dije entonces con entuciasmo y poniendo mis codos sobre la mesa, entrelazando mis dedos haciéndolo como si fuese una superficie solida poniendo asi mi barbilla sobre esta- Y bien, que pediras?-Decia esperando la respuesta de la misma, pero la respuesta fue distinta, me dejaba en algo de duda, a que se referia con que “¿Siempre pasa esto?..” Era algo que me inquietaba a la vez intermante, como si se trataze de un silencio y seriedad por lo tanto la mire detenidamente mencionándole lo siguiente-

-A que te refieres?- Hecho esto miraba un poco a mis lados y habían personas que me miraban con extrañesa, tal vez por mis ropajes que tria o algo que llamaba yo la atención, no solo eso, había una que otra desmayada en el suelo quedándome con rostro de sorpresa y a la vez pensando, que les pasa?, no solo eso, se veía derrame de sangre nazal.-Que extraño-decia con una voz algo baja, por supuesto esta voz llegaría a Morgiana ya que poco a poco estaba teniendo confianza hacia ella.

Realmente la muchacha no sabía como reaccionar ante aquella situación, veía a las chicas desmayadas con restos de sangre en su nariz, lo cual hacía que apareciera una gota tras su cabeza y se llevara una mano tras la misma un poco confundida.-Esto no lo había visto antes..-Decía para volver la vista al rubio que estaba frente a ella.-Ummm... creo que fue al quitarte la máscara de Horus.-Decía en un pequeño susurro para que solo este la escuchara.

Se quedó un tanto pensativa para después tomar la carta entre sus manos para de esa forma leer lo que podría pedir, había gran variedad de comida a pesar de que no tenía tanta hambre como para pedir pollo, dirigió sus orbes a la comida que solía tomar con los demás Fanalis.
-Creo que pediré una macedonia... no tengo mucha hambre.-Decía para así pasarle la carta al contrario.

Volvió a quedarse en silencio nuevamente hasta que calló en la cuenta de que no se habían presentado como se debía.-A todo esto, primero me lanzas la mazorca, me das un mango y ahora me traes aquí sin saber siquiera como te llamas.-Decía enarcando una ceja.-¿Quién eres?

O por supuesto que a de ver sido la masacara!-Decia alzando un poco la voz para luego mirar a todos lados y ver que toda la gente alrededor nuestro nos miraba de una forma extraña mientras que los demás se embobaban con mi presencia. De inmediato me sonrojaba y me estremecia un poco pegando mis piernas entre si y poniendo rápidamente mis puños cerrados indicación de que de alguna u otra manera me había dado pena y vergüenza-perdona no fue mi intención-Pensaba-Horus deja de ponerte como nena que por eso estas soltero y y no tienes novia-solo por mi mente me hablaba hasta que mis ojos lloraban a lagrimas cómicamente al pensarlo.

Al escuchar aquella chica de cabellos rojizos decir que no tenia demasiada hambre y que pediría macedonia, tome la carta para asi poner mi mano en la barbilla y presumir un poco ante ella para asi en mi entorno salir unas cuantas estrellas de brillo indicando que era el mejor de todos- A entonces pediré una deliciosa comida italiana, sppageti a la boloñesa-Decia para mirarla con mis ojos algo entre cerrados y abiertos, dibujando asi una sonrisa y aun teniendo la mano sobre mi barbilla.

-…-por momentos se quedo inmóvil y en silencio sin decir nada al escuchar sobre la mazorca, el mango y nuestros nombres por lo que de inmediato acudi a su respuesta- A claro claro nuestros nombres y nuestra presentación, a pero que malo soy jejeje-Puse mi mano sobre mi nuca para asi enarcar un poco mis cejas hacia arriba mientras que mis ojos se encontraban cerrados ante la pena de no presentarnos-Me llamo Alibaba, un gusto jejeje-Al terminar la mire con normalidad dejando de lado mis pequeñas bromas que daba sonriendo ante ella-Y tu como te llamas?-