Ficha de Miyu

Nombre: Miyu Totsuka
Apodo|| Alias: La pequeña zorra, Mi-chan
Edad: ¿14 años? Físicos y mentales al menos...
Sexo: Hembra.
Signo zodiacal: ¿Eso se come?
Orientacion sexual: Pansexual.
Raza: Espíritu celestial. Constelación de la zorra, vulpecula.
Magia: Un intento de magia de fuego.
Gremio: Donde mi portador me lleve~
Sello del Gremio: Al ser una llave no tiene sello.

En una chica de tez bastante clara, con una contextura pequeña y delgada, no es muy alta pero eso no significa que sea baja, su altura exacta es de 161 centímetros, su peso es un poco más bajo que el adecuado para su altura siendo este de 49 kg... Aún así no llega ni de casualidad a parecer esquelética. Miyu tiene muy buen cuerpo, con curvas generosas y bien proporcionadas, sus senos son grandes y como su cintura pequeña los mismos resaltan aún más. Podría decirse que está mucho más desarrollada que las otras jóvenes de su edad y posiblemente, que algunas mayores a ella. Aún así ella no pareciera ser consiente del cuerpazo que tiene y no entiende porqué algunos se la quedan mirando fijamente.
Tiene un rostro demasiado juvenil, a diferencia de su cuerpo, adecuado para su edad. Sus ojos de color rojizo algo parecido al caoba tienen un brillo infantil que revela toda su inocencia y bondad. Tiene pestañas largas y arqueadas, tan bonitas que no necesitan de maquillaje alguno, igual ella nunca lo utilizaría, prefiere lucir su belleza al natural, acompañada, claro está, de la más dulce de las sonrisas. De igual modo se considera muy pequeña para usar maquillajes.
Su cabello es de un color bastante peculiar rubio pero con tonalidades rosáceas, algo así como el salmón claro. El mismo es bastante largo, como unos 110 centímetros aproximados. Su pelo además de resaltar el blanco de su piel y el tono rojizo en sus ojos, la hace parecer más inocente aún porque comienza lacio pero llegando a la mitad adquiere una forma ondulada como el mar.
En cuanto a su forma de vestir, detesta los colores oscuros y la gama de fríos como el azul. Ella suele optar por colores cálidos como el rojo, el rosa y el naranja, a veces el amarillo y el blanco. Su ropa favorita es la tradicional japonesa, por lo cual casi siempre suele usar yukatas, kimonos y en ocasiones trajes del estilo Wa-Lolita, siempre con los colores mencionados y estampados varios.


Ella es pura ternura, rara vez se puede conocer a un ser tan único como Miyu, es una jovencita que carece de maldad, de esas “personas” capaces de iluminar una habitación con tan solo sonreír.
Siempre fue la niña consentida de su zona y, a su vez, sobreprotegida por lo cual no entiende muchas cosas y es realmente fácil sacar provecho de su bondad. A pesar de conocer sobre la existencia de otras magias mucho más fuertes y peligrosas, no tiene miedo, es muy curiosa como para sentir miedo de los otros seres y su curiosidad suele meterla en situaciones que sería mejor evitarse.
Es muy dulce, suele tratar a los demás con cordialidad y respeto agregándole el “-san”, eso no significa que sea toda una dama o que jamás vaya a enojarse, igual es prácticamente imposible hacerla enojar ya que es un sentimiento que nunca antes sintió, nunca le dieron motivos para enojarse, además de que si bien fue y es una nena consentida nunca fue caprichosa. Cuando quiere algo sabe que tiene que esforzarse y trabajar muy duro para conseguirlo. Es muy diferente de lo que la gente suele creer de un zorro, que se dicen ser animales traicioneros o con doble cara, ella no. Quizás porque es un ser celestial. Lo único que comparte con el resto de la especia con la que se le caracteriza es su inteligencia, sí, es muy inteligente y ha leído posiblemente más libros que los que un humano llega a lo largo de su vida, se suele pasar toda la noche leyendo y es por eso que durante el día se la puede ver durmiendo siestas por cualquier parte del mundo celestial, gremio, la ciudad o quién sabe, es peligroso ¿pero creen que a ella le importa? Si tiene sueño, se duerme.
Suele guiarse mucho con el instinto, si tiene hambre va a buscar comida y si no encuentra posiblemente intente cazar algún animal que pase por ahí, si tiene sueño se va a dormir en cualquier parte, si tiene calor posiblemente se quite la ropa, y si tiene frío le pedirá amablemente a cualquiera que esté cerca que se la quite para dársela o de última compartirla. Además suele demostrar sus emociones sin filtro alguno, no le molesta llorar frente a los demás si está triste, ni gritar cuando está asustada, ni reír cuando algo le hace gracia, le encanta sentir diferentes emociones y poderlas manifestar, además suele decir que ser uno mismo es un requisito para poder agradarle a los demás. Irónicamente le cuesta mucho sociabilizar, si ella tiene que tomar la iniciativa puede pasar todo el día en silencio o incluso un año sin dirigirle la palabra a nadie, eso sí, se la pasa hablando sola en voz alta.
Un mal habito que tiene es nombrar muy seguido que es “muy pequeña” para hacer ciertas cosas o decir “Mi papá no estaría de acuerdo” con tal cosa. Refiriendose a un antiguo poseedor de la llave.


Poco se sabe del pasado de ella, poco recuerda ella misma debido a los centenares de años que ha vivido en el mundo celestial, pero sabe que vulpecula es una pequeña constelación del norte, ubicada en el medio del llamado Triángulo de verano y que no contiene ninguna estrella brillante. Más allá de eso, desconoce completamente su origen, si tuvo padres biológicos o nació espontaneamente un día con catorce años aparentes, no tiene la menor idea. A pesar de que lee mucho no cree encontrar un libro que explique de dónde salen los espíritus celestiales.
Sus recuerdos siempre fueron borrosos pero eso no significa que toda su vida sea una incógnita.
Desde lo que puede recordar siempre fue una niña feliz, jamás conoció un sentimiento feo ya que al ser pequeña y adorable los otros espiritus celestiales la trataron como una mascota consentida o algo parecido, jugaban con ella, le daban de comer y dejaban que Vulpe durmiese todo el día, la envidia de todo trabajador. Pero por este tipo de consentimientos es que nunca fue capaz de llevar su poder a pleno, mientras todos entrenaban para mejorar ella prefería jugar, estaba en el término medio rozando la mediocridad porque no era una llave de utilidad pero sus habilidades en batalla eran terribles, justamente por esto fue poco solicitada por los portadores que tuvo.
Ha tenido contratos por lo que recuerda pero ninguno fue muy significativo salvo el último, más que nada porque como dije, util no suele ser y en batalla no destaca... porque jamás en su vida entrenó. Además al ser una llave de plata de una constelación que posiblemente ella sola conoce y estrellas que no brillan los magos celestiales preferían consentrarse en obtener otros tipos de llaves como las doradas del zodiaco, esas que valen la pena.
Aún así jamás sintió complejos, tenía una vida tranquila y feliz, podía leer, comer y dormir. No necesitaba más, tenía amigos y ellos le daban el amor que necesitaba y por suerte, jamás tuvo un posedor malo que tratase de aprovecharse de ella, así que la oscuridad humana que en ocaciones se le mencionó nunca la conoció. A pesar de que en más de una ocación se ha quedado fuera del mundo espiritual para vivir aventuras.
Su último portador fue el único humano con el que llegó a relacionarse de verdad, era un mago que al igual que ella, no destacaba del montón. Se trataba de un hombre recientemente viudo, el marido de su ex posedora que se involucro en el mundo de la magia para llevar su soledad de un modo más ameno, posiblemente para no pensar tanto en la fallecida. Eso lo llevó a buscar nuevas afinidades y como no llegaron a tener hijos, la mediocre llave de plata al parecer fue lo que necesitaba, Vulpecula se volvió como una hija para este hombre quien incluso la renombró y dejo que utilizara su apellido. Pasó a conocerse como Miyu Totsuka, más allá de las orejas y la cola, tuvo una vida humana normal en Fiore mientras la energía mágica de “su padre” se lo permitía, ocacionalmente debería volver pero para su sorpresa llevaba bastante bien el tema de resistir fuera mucho tiempo y juntos fueron felices, aunque para un ser inmortal encariñarse fue algo tanto bueno como malo ya que cuando el hombre murió fue muy difícil de llevar para la pequeña, tanto que hasta el día lo mantiene presente en sus recuerdos.


Su momento favorito del día es el amanecer y el atardecer porque el cielo por un momento deja de ser azul. No le gustan los colores frios, si ella pudiese pintar el oceano de naranja o rosa lo haría.

Ficha Aceptada nwn, haz los registros y podras rolear libremente :3